Más de 120 niños fueron secuestrados en el norte de Mozambique por un grupo armado islamista entre mayo y junio de 2025, según denunció la organización internacional Human Rights Watch (HRW). Los secuestros ocurrieron en la provincia de Cabo Delgado, una región golpeada por un conflicto armado desde hace más de siete años. Los menores habrían sido utilizados como niños soldados, trabajadores forzados o víctimas de matrimonios forzados, en una crisis humanitaria cada vez más grave y desatendida.
Un conflicto prolongado con graves consecuencias para la infancia
La insurgencia islamista en Mozambique no es nueva. Desde 2017, el grupo conocido como al-Shabab ha sembrado el terror en Cabo Delgado, una zona rica en recursos naturales pero marginada del desarrollo. En este contexto de abandono institucional, miles de niños han quedado expuestos a reclutamientos forzados, violencia sexual, desplazamiento y hambre.
En 2020, este grupo armado decapitó a decenas de personas, incluidos menores, en una serie de ataques que marcaron un punto crítico en la violencia de la región. Hoy, según HRW, se registra una nueva ola de secuestros, con más de 120 menores desaparecidos en apenas unas semanas.
Niñas y niños utilizados como esclavos, combatientes y “esposas”
De acuerdo con los testimonios recogidos por organizaciones humanitarias, muchos de los niños secuestrados están siendo forzados a transportar armas o bienes saqueados, mientras que otros son entrenados para combatir. Las niñas, por su parte, enfrentan el riesgo adicional de ser obligadas a casarse con miembros del grupo armado o sufrir violencia sexual sistemática.

Estas prácticas representan una violación directa del Derecho Internacional Humanitario y de los convenios sobre los derechos de la infancia, sin embargo, hasta el momento no hay mecanismos efectivos que protejan a los menores ni un plan claro de rescate por parte del gobierno mozambiqueño.
Hambre, desplazamiento y devastación climática en Cabo Delgado
El conflicto no es el único flagelo que golpea a Cabo Delgado. La región también ha sido azotada por ciclones tropicales que han destruido viviendas, infraestructura y cultivos. La combinación de violencia armada y desastres naturales ha provocado el desplazamiento de más de 600,000 personas, muchas de las cuales viven en condiciones precarias sin acceso a salud, agua potable o alimentos.
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) advirtió este mes que más de cinco millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria crítica en Mozambique, y casi un millón ya se encuentra en situación de emergencia. El secretario general del NRC, Jan Egeland, calificó la situación como una “crisis olvidada”, y pidió atención urgente por parte de la comunidad internacional.
La comunidad internacional guarda silencio
Pese a la gravedad de los hechos, la crisis en Cabo Delgado ha recibido poca cobertura mediática y escasa presión diplomática. Diversos analistas consideran que este silencio responde al desinterés de la comunidad internacional por conflictos en regiones periféricas de África, especialmente aquellos que no afectan intereses económicos directos.
🇲🇿 | Más de 120 niños fueron secuestrados por insurgentes islamistas en el norte de Mozambique entre mayo y junio, denuncia Human Rights Watch.
— Historiente (@historiente) June 27, 2025
Los menores habrían sido forzados a combatir, trabajar o casarse en la provincia de Cabo Delgado, una región asolada por un conflicto… pic.twitter.com/Pzpm5RexpN
Para más información sobre Mozambique, da click aquí.