Más de 200 detenidos fueron reportados este domingo en Tbilisi, Georgia, durante las protestas masivas contra el gobierno, tras la decisión de suspender las negociaciones para unirse a la Unión Europea. Las manifestaciones, lideradas por la oposición y ciudadanos descontentos, escalaron en violencia, dejando enfrentamientos con la policía y críticas internacionales.
Más de 200 detenidos en Tbilisi por ruptura con la Unión Europea
La capital del país, ha sido testigo de jornadas de intensa movilización social tras el anuncio del gobierno de detener el proceso de adhesión a la Unión Europea. Esta decisión se dio pocas horas después de que el Parlamento Europeo criticara las elecciones parlamentarias del pasado octubre, calificándolas como «ni libres ni justas».

Las calles se llenaron de manifestantes que exigen elecciones transparentes y justicia democrática. Sin embargo, la situación escaló rápidamente cuando la policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a la multitud. Según el Ministerio del Interior, más de 200 personas fueron detenidas, mientras que decenas de agentes resultaron heridos, algunos de gravedad.
Denuncias de manipulación electoral y represión
La oposición y la presidenta Salomé Zourabichvili han señalado al partido gobernante, Sueño Georgiano, de manipular las elecciones con apoyo del Kremlin. Estas acusaciones profundizan las tensiones, especialmente en un contexto donde el país georgiano busca reafirmar su independencia frente a la influencia rusa.
🇬🇪 | Más de 200 detenidos en Georgia tras violentas protestas en Tiflis contra la suspensión de negociaciones con la Unión Europea. La oposición acusa al gobierno de manipulación electoral y represión brutal. #Georgia #Protestas #UniónEuropea #GeorgiaProtests #TbilisiProtests… pic.twitter.com/69ZmjJTUgB
— Historiente (@historiente) December 2, 2024
Zourabichvili denunció públicamente los abusos cometidos contra los manifestantes detenidos, quienes, según su declaración, han sido víctimas de agresiones físicas y maltratos. En sus palabras, el gobierno está empleando «métodos rusos» para reprimir la libertad de expresión y controlar la narrativa política del país.
La reacción de la Unión Europea
La decisión de suspender las negociaciones con la Unión Europea ha sido duramente criticada por la comunidad internacional. Líderes europeos, como Antonio Costa y Kaja Kallas, condenaron la violencia utilizada contra los manifestantes y expresaron su preocupación por el retroceso democrático en el país. En una declaración conjunta, recalcaron que «las acciones del gobierno van en contra de la voluntad del pueblo georgiano».
Por su parte, Estados Unidos suspendió su relación estratégica con Georgia, lo que marca un punto de inflexión en las relaciones bilaterales. Esta decisión ha sido desestimada por el primer ministro georgiano, Irakli Kobakhidze, quien calificó la postura de Washington como parte de una estrategia de presión de la administración saliente.
Un modelo autoritario en construcción
Las acciones recientes del partido gobernante, incluidas leyes que restringen los derechos de la comunidad LGBTQ+ y limitan la libertad de expresión, han reforzado las críticas de que Georgia está adoptando un modelo autoritario similar al ruso. La entrada en vigor de una ley que prohíbe el matrimonio igualitario y la representación pública de relaciones LGBTQ+ ha generado indignación tanto dentro como fuera del país.

Zourabichvili no ha dudado en llamar a esta etapa de la política georgiana como un «estado cuasi ruso», donde las principales instituciones están controladas por un partido que ha perdido el respaldo popular.
El impacto político y social de las protestas
El panorama político en el país es cada vez más incierto. La polarización entre el gobierno y la oposición se intensifica, mientras las demandas de la población por elecciones libres y justas no encuentran respuesta. Las protestas no solo reflejan la frustración ciudadana, sino también el dilema existencial de un país que busca su identidad en un contexto de presión interna y externa.
¿Qué sigue para el país?
La crisis en el país pone en duda el futuro del país como socio europeo. Con la Unión Europea marcando distancia, Estados Unidos adoptando medidas drásticas y Rusia como un actor en las sombras, Georgia enfrenta una encrucijada histórica. La estabilidad política y el respeto a los derechos humanos serán determinantes para definir el rumbo de esta nación que se debate entre su aspiración occidental y las influencias autoritarias.
La pregunta que queda en el aire es si el gobierno atenderá las demandas populares o continuará consolidando un modelo político que amenaza con aislar al país de la comunidad internacional.
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