¿Quiénes son Layan Kayed y Layan Nasser?: Dos mujeres palestinas detenidas sin juicio en Israel

Layan Kayed y Layan Nasser, dos mujeres palestinas, fueron liberadas tras ocho meses de detención administrativa
Layan Kayed y Layan Nasser, dos mujeres palestinas, fueron liberadas tras ocho meses de detención administrativa

Layan Kayed y Layan Nasser, dos mujeres palestinas, fueron liberadas recientemente tras pasar ocho meses detenidas bajo el régimen de detención administrativa en cárceles israelíes. La medida, implementada en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este, permite encarcelar a personas sin cargos ni juicio. Su liberación, ocurrida los primeros días de diciembre 2024, ha renovado el debate sobre esta práctica controvertida y su impacto en los derechos humanos, especialmente en mujeres palestinas.

¿Qué es la detención administrativa y por qué es tan criticada?

La detención administrativa es una herramienta legal utilizada por Israel, especialmente en los territorios ocupados, para arrestar y encarcelar a personas sin presentar cargos formales ni realizar un juicio. Según el marco legal israelí, esta medida se justifica por razones de seguridad nacional, basándose en pruebas secretas que no son compartidas ni con los detenidos ni con sus abogados.

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y expertos en derecho internacional han señalado que esta práctica viola principios básicos de justicia, como el derecho a un juicio justo. Además, su uso recurrente contra activistas palestinos, incluidos menores de edad y mujeres, refuerza las acusaciones de que se emplea como una estrategia para reprimir la resistencia y el activismo político.

¿Quién es Layan Kayed?

Layan Kayed, estudiante de maestría en la Universidad de Birzeit y coordinadora de Adala, la Coalición Palestina para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, fue secuestrada por las fuerzas de ocupación israelíes en junio de este año, cuando irrumpieron en su casa en Cisjordania. Durante el arresto, además de detenerla, confiscaron su ordenador y teléfono móvil. Fue retenida en el centro de interrogatorios de Ofer, y no pudo reunirse con su abogado en semanas.

Este no fue el primer arresto de Layan Kayed. En 2020, como estudiante de pregrado, fue encarcelada durante 16 meses en los centros de detención de la ocupación por su participación en la organización estudiantil palestina. En un mensaje a su familia durante esa detención, Kayed expresó: «Nuestra relación con la prisión es la de un intento constante de domarnos y alienarnos», una declaración que refleja la lucha constante de los palestinos contra las políticas represivas del régimen de ocupación israelí.

El arresto de Layan Kayed se inscribe en una campaña organizada de criminalización de la organización estudiantil palestina, que incluye el arresto de estudiantes y las incursiones militares en los campus universitarios. Este patrón de arrestos busca sofocar el creciente apoyo de los jóvenes palestinos a la resistencia y su rechazo a los acuerdos de Oslo y la colaboración de la Autoridad Palestina con la ocupación israelí. A través de estos arrestos y otras tácticas represivas, el objetivo es romper el espíritu de resistencia entre los jóvenes palestinos, pero, en lugar de eso, tales medidas a menudo refuerzan su determinación.

¿Quién es Layan Nasser?

Layan Nasser es una joven cristiana palestina de 23 años, graduada en 2023 en la Universidad de Birzeit, en Cisjordania. Profesionista en el área de la nutrición, su vida se vio interrumpida por las injusticias del sistema de detención administrativa impuesto por Israel. Actualmente, Layan se encuentra tras las rejas en otra detención arbitraria, un destino que ya había vivido anteriormente en 2021.

El 7 de abril de 2024, a las 4 de la mañana, las fuerzas de ocupación israelíes irrumpieron violentamente en su hogar en Cisjordania. Como es común en estos casos, no se ofreció ninguna explicación sobre los cargos en su contra, ni se informó a su familia sobre su paradero. Tras ser detenida, Nasser fue trasladada a la prisión de Damon, en Israel, un centro donde se les niega el acceso a organismos internacionales como el Comité Internacional de la Cruz Roja, lo que dificulta su seguimiento y defensa.

Este fue el segundo arresto de Nasser. En 2021, ya había sido detenida el 7 de julio y liberada el 26 de agosto de ese mismo año. Nasser, fue detenida bajo cargos de pertenencia a un sindicato estudiantil de izquierda en su universidad, el Polo Estudiantil Democrático Progresista, que ha sido criminalizado por Israel.

Durante su detención, las fuerzas de ocupación actuaron con extrema violencia, irrumpiendo en su hogar y aterrorizando a su familia. Su madre, Lulu Aranki, relató en una entrevista que, al abrir la puerta, encontró a 15 soldados apuntándoles con armas, y que uno de ellos le advirtió con un “silencio o te disparo”. El padre de Layan, Sami, también fue intimidado de la misma forma. La familia no recibió explicaciones sobre la razón de la detención ni sobre el lugar donde la tenían retenida.

El impacto en las mujeres palestinas: Un doble desafío

Para las mujeres palestinas como Layan Kayed y Layan Nasser, la detención administrativa no solo significa perder su libertad, sino también enfrentar una serie de vulnerabilidades adicionales dentro del sistema penitenciario israelí. Estas incluyen interrogatorios prolongados, aislamiento, acceso limitado a sus familias y condiciones de vida precarias en prisión.

Además, el encarcelamiento de mujeres tiene un efecto dominó en sus comunidades, ya que muchas desempeñan roles clave en el sostenimiento de sus hogares y en la educación de sus hijos. La detención de figuras femeninas también busca desestabilizar las redes sociales palestinas, enviando un mensaje intimidante a quienes defienden sus derechos frente a la ocupación.

La realidad de las mujeres palestinas en las cárceles israelíes: Una violación sistemática de derechos humanos

La situación de las mujeres palestinas detenidas en cárceles israelíes refleja la brutalidad y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en el contexto de la ocupación. Aunque no existen cifras exactas, se estima que cientos de mujeres palestinas han sido arrestadas y encarceladas a lo largo de los años, muchas de ellas sin cargos formales o juicio, en un proceso que vulnera su derecho a un debido proceso. La detención administrativa, una práctica habitual utilizada por Israel, permite a las autoridades mantener a las personas en prisión sin presentar pruebas claras ni ofrecerles un juicio justo. Este régimen de encarcelamiento ha sido criticado por organizaciones internacionales, ya que genera un ambiente de abuso y desesperación entre los detenidos.

Las mujeres palestinas encarceladas enfrentan condiciones extremadamente difíciles dentro de las cárceles israelíes. Las instalaciones están sobrepobladas, insalubres y carecen de la infraestructura mínima para garantizar el bienestar físico y psicológico de las detenidas. Muchas de ellas, como Layan Nasser y Layan Kayed, se ven obligadas a vivir en condiciones de hacinamiento, donde la higiene básica es insuficiente y el acceso a la atención médica es limitado. Los informes de abuso físico y psicológico son comunes, con relatos de maltrato durante los arrestos, interrogatorios y en las mismas cárceles.

El trato hacia las mujeres palestinas es especialmente problemático, ya que a menudo son objeto de agresiones sexuales, humillaciones y acosos por parte de los oficiales de policía y los soldados israelíes. Las mujeres detenidas también sufren una constante privación de su libertad, sin acceso a visitas regulares de familiares o abogados, lo que agrava aún más su sufrimiento. Los testimonios de estas mujeres denuncian las condiciones deshumanizantes a las que son sometidas, como la falta de acceso adecuado a alimentos, agua y atención médica.

La salida de prisión tras ocho meses detenidas

La liberación de las dos mujeres palestinas, después de ocho meses de detención, fue recibida con gran alegría por sus familias, quienes, en el momento de su reunión, las abrazaron y besaron con mucha emoción y alivio, tras no haber sabido nada de ellas durante todo ese tiempo. Ambas hablaron con medios palestinos e internacionales sobre su aislamiento en esta prisión israelí, donde denunciaron las graves carencias en cuanto a salubridad y las agresiones sufridas, tanto por ellas como por muchas otras prisioneras que aún permanecen allí.

Durante sus ocho meses de detención, ambas mujeres se han convertido en símbolos de resistencia y visibilizaron la lucha contra las políticas de detención sin juicio. Su liberación ha sido celebrada por activistas y defensores de derechos humanos, pero también ha reabierto el debate sobre el uso de esta práctica y su impacto en la vida de los palestinos.

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