Hind Rajab, una niña palestina de seis años, fue asesinada por disparos de las Fuerzas de Defensa de Israel el 29 de enero de 2024. Mientras huía de los bombardeos en Gaza con su familia, su automóvil fue atacado por un tanque israelí. Hind sobrevivió inicialmente y suplicó ayuda durante horas en una llamada desgarradora a la Media Luna Roja.
¿Quién era Hind Rajab y qué le ocurrió?
Hind Rajab era una niña palestina de seis años que vivía en la ciudad de Gaza. El 29 de enero de 2024, su vida se convirtió en un símbolo del sufrimiento humano en medio del conflicto entre Israel y Hamas. Ese día, Hind y su familia intentaban huir de los intensos bombardeos en su vecindario. Junto con su tío, su tía y sus tres primos, viajaban en un automóvil cuando fueron atacados por un tanque del ejército israelí.

En medio del caos, Hind sobrevivió inicialmente, pero quedó atrapada en el vehículo, rodeada de los cuerpos sin vida de sus familiares. Su prima, Layan Hamadeh, de 15 años, logró hacer una llamada desesperada a la Media Luna Roja Palestina, gritando: «Nos están disparando. El tanque está justo a mi lado». Layan fue asesinada mientras aún estaba al teléfono.
Hind, la única superviviente, continuó hablando con los operadores de emergencia durante tres horas, suplicando ayuda: «Vengan por mí. ¿Vendrán por mí? Tengo tanto miedo, ¡vengan, por favor!». A pesar de los esfuerzos de la Media Luna Roja, los paramédicos enviados a rescatarla, Yusuf Zeino y Ahmed al-Madhoun, también fueron asesinados. Doce días después, el 10 de febrero, los cuerpos de Hind, su familia y los paramédicos fueron encontrados junto al automóvil destrozado y la ambulancia calcinada.
Un crimen de guerra sin justicia
Las autoridades israelíes negaron inicialmente la presencia de tropas en la zona, pero investigaciones independientes, incluidas imágenes satelitales y análisis forenses, demostraron lo contrario. Organizaciones como Forensic Architecture y medios como The Washington Post confirmaron que tanques israelíes estaban presentes y que dispararon 335 proyectiles contra el vehículo de Hind y la ambulancia que intentó rescatarla.

Estos hallazgos han llevado a expertos internacionales a considerar el caso como un posible crimen de guerra. La Corte Penal Internacional ha sido instada a investigar, mientras que organizaciones de derechos humanos exigen justicia para Hind y las miles de víctimas civiles en Gaza. Sin embargo, a un año de su muerte, las respuestas siguen siendo insuficientes y la impunidad prevalece.
¿Por qué la muerte de Hind Rajab es un crimen de guerra?
La muerte de Hind Rajab y los eventos que la rodearon han sido denunciados como un crimen de guerra por organizaciones internacionales y expertos en derechos humanos. Según el derecho internacional humanitario, los crímenes de guerra incluyen actos como el ataque deliberado a civiles, el asesinato de personal médico y la obstrucción de ayuda humanitaria. En el caso de Hind, varios elementos apuntan a violaciones graves de estas normas:
- Ataque a civiles:
Hind Rajab, una niña de seis años, y su familia eran civiles que intentaban huir de los bombardeos en Gaza. El ataque directo a su automóvil, que no representaba ninguna amenaza militar, constituye una violación de las leyes de la guerra, que prohíben expresamente los ataques contra no combatientes. - Asesinato de personal médico:
Los paramédicos Yusuf Zeino y Ahmed al-Madhoun, enviados por la Media Luna Roja Palestina para rescatar a Hind, fueron asesinados mientras cumplían su misión humanitaria. El derecho internacional protege al personal médico y a las ambulancias, que deben ser respetadas incluso en zonas de conflicto. El ataque a la ambulancia y la muerte de los paramédicos son claras violaciones de estas normas. - Obstrucción de ayuda humanitaria:
La Media Luna Roja coordinó con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para garantizar un paso seguro hacia el lugar donde Hind estaba atrapada. A pesar de recibir luz verde, la ambulancia fue atacada poco después de llegar al sitio. Esto sugiere una obstrucción deliberada de la ayuda humanitaria, otro crimen de guerra según el derecho internacional. - Uso desproporcionado de la fuerza:
Investigaciones independientes, como las realizadas por Forensic Architecture y el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos, confirmaron que el automóvil de Hind y la ambulancia fueron alcanzados por proyectiles de gran calibre, probablemente disparados por tanques israelíes. El uso de este tipo de armamento contra civiles y personal médico es considerado una fuerza desproporcionada e indiscriminada, prohibida por las convenciones internacionales. - Negación de responsabilidad y falta de investigación:
A pesar de las evidencias, las autoridades israelíes negaron inicialmente la presencia de tropas en la zona y no han proporcionado una investigación transparente sobre el incidente. La falta de rendición de cuentas agrava la gravedad del caso, ya que la impunidad ante crímenes de guerra perpetúa las violaciones de derechos humanos.

La muerte de Hind Rajab y los eventos que la rodearon reúnen múltiples elementos que encajan en la definición de crimen de guerra. Su caso ha sido llevado a instancias internacionales, como la Corte Penal Internacional, donde se espera que se investigue y se exija justicia para Hind, su familia y los paramédicos asesinados.
El impacto global de su historia
La historia de Hind Rajab trascendió fronteras y se convirtió en un grito de protesta contra la violencia en Gaza. En universidades estadounidenses, como Columbia y Berkeley, estudiantes rebautizaron edificios en su honor, mientras que artistas como Macklemore le dedicaron canciones. Su nombre ahora representa no solo una tragedia individual, sino también la lucha por la dignidad humana en medio de un conflicto que ha dejado miles de muertos, muchos de ellos niños.

Además, su caso ha expuesto la falta de cobertura mediática equitativa en conflictos globales. Mientras que las muertes de niños en otros contextos, como la invasión rusa de Ucrania, reciben amplia atención, las víctimas palestinas suelen ser invisibilizadas. Hind Rajab ha roto ese silencio, convirtiéndose en un símbolo de la resistencia y la demanda de justicia.
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