Rusia conmemora el 80º aniversario del Día de la Victoria

En el Día de la Victoria, el desfile en Moscú se convierte en una muestra de la alianza entre Rusia y China
En el Día de la Victoria, el desfile en Moscú se convierte en una muestra de la alianza entre Rusia y China

Rusia conmemoró este 9 de mayo de 2025 el 80º aniversario del Día de la Victoria con un imponente desfile militar en la Plaza Roja de Moscú, encabezado por el presidente Vladimir Putin y acompañado por líderes de países aliados como China y Brasil. La celebración, que recuerda la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en una vitrina de poder militar y diplomático para el Kremlin, en un contexto marcado por la prolongada guerra en Ucrania y el intento de Moscú por consolidar una nueva esfera de influencia global.

¿Qué se conmemora en el Día de la Victoria en Rusia?

El Día de la Victoria es una conmemoración anual que se celebra en Rusia cada 9 de mayo para marcar la rendición de la Alemania nazi en 1945, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial en Europa. En la historiografía rusa, este episodio se conoce como la Gran Guerra Patria, haciendo referencia al conflicto entre la Unión Soviética y la Alemania de Hitler entre 1941 y 1945.

Un soldado flamea la bandera de la Unión Soviética en Berlín, el 30 de abril de 1945
Un soldado flamea la bandera de la Unión Soviética en Berlín, el 30 de abril de 1945

La fecha tiene una gran carga simbólica en la Federación Rusa, ya que representa el triunfo militar soviético y el alto costo humano que implicó esa victoria: Se estima que más de 27 millones de ciudadanos soviéticos perdieron la vida durante la guerra. Desde entonces, el evento se ha mantenido como una de las celebraciones cívicas más importantes del país.

Tradicionalmente, la jornada incluye desfiles militares, ceremonias oficiales y actos de homenaje a veteranos en distintas ciudades del país, siendo el más destacado el desfile que se realiza en la Plaza Roja de Moscú. En los últimos años, el gobierno ruso ha intensificado la dimensión política del evento, utilizándolo también como una herramienta de afirmación nacional e internacional.

La Plaza Roja, escenario de diplomacia y fuerza militar

El desfile de este año fue cuidadosamente preparado no solo para conmemorar una fecha clave para la memoria colectiva rusa, sino también para enviar una señal de cohesión internacional ante las sanciones impuestas por Occidente. En un momento en el que Rusia atraviesa su cuarto año de conflicto en Ucrania, el Kremlin ha buscado mostrar que aún conserva una red de aliados estratégicos, principalmente en Asia, América Latina y Europa del Este.

Xi Jinping, sentado junto a Putin y otros líderes mundiales, observó el desfile del Día de la Victoria
Xi Jinping, sentado junto a Putin y otros líderes mundiales, observó el desfile del Día de la Victoria

La presencia de Xi Jinping, sentado junto a Putin durante la ceremonia, fue interpretada como una señal contundente del fortalecimiento de los lazos entre Moscú y Pekín. Asimismo, la participación del presidente brasileño, Lula da Silva, reflejó el interés del Kremlin por consolidar su presencia dentro del bloque de países emergentes, más allá de la esfera occidental.

Una estrategia simbólica frente al aislamiento

Desde el inicio de la invasión a Ucrania, diversas potencias occidentales han tratado de aislar a Rusia en el escenario internacional. Sin embargo, el acto del 9 de mayo sugiere que ese aislamiento no es absoluto. Además de China y Brasil, también asistieron representantes de países como India, Corea del Norte, Vietnam, Bielorrusia, Cuba, Eslovaquia y Uzbekistán, algunos de ellos considerados aliados históricos y otros actores con intereses regionales propios.

De acuerdo con Alexander Gabuev, director del Carnegie Russia Eurasia Center, la asistencia de estos líderes fue un logro en materia de relaciones públicas para el Kremlin. En sus palabras, el desfile mostró que «Rusia se mantiene firme entre la llamada mayoría global», en referencia a los países que no se han alineado con las sanciones promovidas por Estados Unidos y la Unión Europea.

El Día de la Victoria como eje del discurso oficial

Durante su discurso, Putin destacó el sacrificio de los soldados rusos que actualmente participan en operaciones militares en Ucrania. Afirmó que la victoria siempre ha sido posible gracias a la «fuerza espiritual y el valor del pueblo ruso», vinculando directamente la narrativa de la Segunda Guerra Mundial con la situación militar actual.

Este enfoque ha sido una constante durante su mandato. Desde hace más de dos décadas, el Día de la Victoria ha sido utilizado como una herramienta para reforzar la identidad nacional, al tiempo que se proyecta una imagen de continuidad histórica entre la Rusia soviética y la Rusia contemporánea. De manera simbólica, el Kremlin incluso ha vuelto a usar nombres como Stalingrado o Leningrado de forma temporal durante la jornada conmemorativa.

El despliegue del 9 de mayo no solo buscó reafirmar la relevancia del pasado soviético, sino también trazar paralelismos con el presente. La narrativa del Kremlin plantea que, así como en 1945 la Unión Soviética resistió y venció a una amenaza existencial, hoy Rusia enfrenta desafíos similares y debe responder con unidad y determinación.

El desfile de este año, más que una conmemoración histórica, fue una declaración de principios. En medio de sanciones, conflicto armado y tensiones diplomáticas, Moscú intenta dejar claro que no está aislado, que conserva influencia y que sigue dispuesto a defender su visión del orden mundial.

Para más noticias sobre Rusia y su dinámica geopolítica, da click aquí.

WhatsApp
Facebook
Twitter
LinkedIn