Escuela Fahmi Al-Jarjawi, ubicada en el barrio Al-Daraj, en el corazón de la ciudad de Gaza, fue alcanzada por un ataque aéreo israelí la madrugada de este lunes 26 de mayo de 2025. En ese momento, el edificio albergaba a decenas de familias palestinas desplazadas que habían huido de otras zonas bajo amenaza de bombardeo. El impacto provocó un incendio devastador que consumió gran parte del recinto, dejando al menos 36 muertos, entre ellos 18 niños, así como varios heridos y desaparecidos.
Escuela-refugio atacado
La escuela Fahmi Al-Jarjawi funcionaba como refugio improvisado para cientos de personas desplazadas a la fuerza por el genocidio. Sin previo aviso, fue blanco de un bombardeo que encendió un incendio incontrolable. Las escenas que siguieron fueron dantescas: Gritos, humo, cuerpos calcinados, y niños atrapados entre los escombros.
Testigos relataron cómo una niña, envuelta en llamas, corría buscando una salida. Nadie pudo auxiliarla. Los socorristas, limitados por la falta de agua, vehículos y equipos de rescate, no lograron sofocar el fuego ni ingresar al edificio con seguridad.
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran los restos calcinados de tiendas de campaña instaladas en el patio de la escuela y cuerpos alineados entre cenizas, una imagen que refleja el drama humanitario que vive Gaza.
El bloqueo israelí impide el rescate y la atención médica
El bloqueo impuesto por Israel desde hace más de cuatro meses ha impedido el ingreso de alimentos, medicinas, combustible y material de rescate a la Franja. Esta medida, justificada por motivos de seguridad, ha causado el colapso total del sistema de salud, dejando hospitales fuera de servicio, ambulancias inmovilizadas y médicos trabajando sin insumos básicos.
En estas condiciones, cada ataque tiene consecuencias aún más trágicas. No solo por el número de víctimas inmediatas, sino por la imposibilidad de brindar atención a los heridos y rescatar a los atrapados bajo escombros.
Más de 54 mil muertos y crímenes de guerra
Desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, el número de víctimas palestinas ha superado las 54,000, según el Ministerio de Salud en Gaza. De estas, más de 17,000 eran niños. Cada día, los bombardeos alcanzan infraestructuras civiles: Escuelas, hospitales, mezquitas, mercados y viviendas, dejando una estela de devastación.
Organismos internacionales estiman que el 70 % de las víctimas son civiles, lo que evidencia una táctica sistemática que no distingue entre objetivos militares y espacios humanitarios protegidos por el derecho internacional.
La comunidad internacional ha comenzado a expresar su preocupación. Expertos de Naciones Unidas han advertido que los ataques sistemáticos a refugios, escuelas y hospitales podrían constituir crímenes de guerra, si se confirma que los objetivos eran claramente civiles.
La Oficina de Prensa del Gobierno calificó el ataque a la escuela como una “brutal masacre” y lo enmarcó en una política de limpieza étnica y genocidio sistemático. Denunció también que los refugios están siendo atacados “de forma deliberada y sistemática”, mientras el mundo permanece indiferente.
Impunidad y silencio: La responsabilidad de la comunidad internacional
El silencio y la inacción internacional frente a estos hechos alimentan una sensación de impunidad. Mientras Israel continúa sus operaciones militares, no se han impuesto sanciones efectivas, ni se han movilizado mecanismos multilaterales para detener los ataques o garantizar el acceso humanitario.
Cada día que pasa sin una respuesta concreta, se consolidan los argumentos de que no se trata de errores o daños colaterales, sino de una estrategia militar que apunta directamente al desgaste y exterminio de la población civil palestina.
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