Fracasa el plan de distribución de ayuda de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) que es una cooperación israelí-estadounidense en Gaza.
El primer día del mecanismo de ayuda lanzado por Israel y EE.UU. a través de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) terminó en caos este martes 27 de mayo de 2025. Las fuerzas de ocupación israelíes abrieron fuego cerca del centro de distribución, provocando la huida inmediata del personal estadounidense. Según reportaron medios locales como Kan News, hombres armados de la empresa de seguridad privada perdieron el control del lugar y comenzaron a disparar dentro del centro, mientras miles de palestinos desesperados irrumpían en busca de alimentos.
Organismos internacionales y agencias humanitarias han condenado el plan. La ONU denunció que GHF opera sin coordinación con redes establecidas y con total opacidad. Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), lo calificó como una “distracción peligrosa” que desvía la atención de la verdadera crisis: el cierre sistemático de los pasos fronterizos y el bloqueo israelí que impide el ingreso de ayuda humanitaria legítima.
La comunidad internacional cuestiona además que esta operación se utilice para justificar que “sí entra ayuda”, cuando en realidad Israel bloquea el acceso de la ONU y otras organizaciones de socorro con experiencia. La falta de supervisión independiente, el uso de tecnologías de reconocimiento facial y la presencia de seguridad armada despiertan serias preocupaciones éticas y legales. En lugar de aliviar el sufrimiento, el proyecto podría profundizar el desplazamiento forzado y la instrumentalización de la ayuda con fines militares o políticos.
Mientras tanto, los bombardeos continúan. En solo diez días, más de 180,000 personas fueron desplazadas y el número de palestinos asesinados supera los 54,000. En este contexto, usar la ayuda como espectáculo o herramienta de propaganda es una forma más de violencia.
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