Nairobi, 25 de junio de 2025 – Las calles de Kenia se convirtieron este miércoles en el epicentro de una jornada nacional de protestas que terminó con al menos ocho muertos, más de 400 heridos, incluidos varios con heridas de bala, y más de 60 detenidos, según reportes de grupos de derechos humanos. Las manifestaciones, que se desarrollaron en al menos 23 de los 47 condados del país, conmemoraban el aniversario de las protestas fiscales de 2024, en las que murieron más de 60 personas.
La mecha: Un año de rabia acumulada
Las movilizaciones, convocadas por jóvenes kenianos principalmente a través de redes sociales, fueron organizadas en memoria de las víctimas del año pasado y como protesta contra la brutalidad policial, la corrupción y el creciente costo de vida. Las calles de Nairobi, Mombasa, Kisumu, Nakuru y Nyahururu se llenaron de manifestantes que exigían la renuncia del presidente William Ruto.
En la capital, el Parlamento y la sede presidencial fueron blindados con alambre de púas, mientras la policía bloqueaba los accesos y disparaba gas lacrimógeno y municiones reales contra los manifestantes. El resultado: numerosos heridos, algunos con impactos en el rostro y la cabeza.
Represión y censura: “Lo diremos con valentía, Ruto debe irse”
Organizaciones como la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia y la Unidad Médico-Legal Independiente han condenado el uso excesivo de la fuerza. La represión incluyó golpizas, arrestos arbitrarios y la suspensión de transmisiones en vivo, medida ordenada por la Autoridad de Comunicación del país. Varios canales de televisión fueron silenciados durante las manifestaciones.
Una de las voces desde la protesta, Rose Murugi, expresó con firmeza:
“Lo diremos con valentía, la brutalidad policial debe terminar y Ruto debe irse”.
El descontento se ha visto alimentado por hechos recientes como la muerte bajo custodia de un bloguero, y la creciente percepción de impunidad en torno a la violencia policial.
Un presidente bajo presión
El presidente Ruto intentó enviar un mensaje de calma desde la costa de Kenia, donde dijo:
“No tenemos otro país al que ir cuando las cosas van mal. Es nuestra responsabilidad mantenerlo seguro”.
Sin embargo, los manifestantes acusan al mandatario de ignorar las demandas ciudadanas y de mantener en su gabinete a figuras previamente señaladas por corrupción. Aunque disolvió su gabinete en 2024, la mayoría de los ministros regresaron en su nuevo equipo.
Las protestas se repiten
El aniversario recordó imágenes trágicas del año pasado, cuando los manifestantes asaltaron el Parlamento, quemaron parte del edificio y fueron reprimidos con fuerza letal. A un año de aquellas protestas, 20 personas siguen desaparecidas.
El analista político Herman Manyora calificó a los manifestantes como “héroes” y advirtió que el malestar sigue creciendo porque “el gobierno ha sido intransigente y ha endurecido la determinación de los jóvenes”.
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