📍Gaza, 25 de junio de 2025 – En un hecho poco común durante meses de bloqueo y destrucción, camiones con alimentos y medicamentos ingresaron a la ciudad de Gaza y fueron distribuidos de manera ordenada por líderes comunitarios locales, sin la intervención del ejército israelí ni de la controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), confirmaron el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la ONG Anera.
La entrega segura de ayuda humanitaria, coordinada por tribus, mukhtars y voluntarios, desmintió directamente las afirmaciones del gobierno israelí que alertaban sobre un supuesto control de Hamás sobre los cargamentos. Las imágenes difundidas y los testimonios de testigos presenciales contradicen esas acusaciones y muestran una distribución pacífica, estructurada y sin violencia.
Ayuda humanitaria entra a Gaza bajo control civil
El PMA anunció que comenzó la distribución de harina y otros productos esenciales desde sus almacenes en la ciudad de Gaza, abastecidos gracias a unos 10 camiones que lograron cruzar el miércoles. El Hospital Nasser, en el sur, también recibió suministros médicos luego del ingreso por el cruce de Kissufim (al-Karara).
La operación fue protegida por mecanismos comunitarios. En el norte de Gaza, voluntarios y líderes comunitarios impidieron el acceso masivo a la calle al-Rashid, habitual punto de estampidas, permitiendo que los convoyes llegaran sin incidentes. En el sur, el Consejo Supremo de Asuntos Tribales impuso toques de queda breves para garantizar el tránsito seguro de los camiones y evitar saqueos.
Reacción furiosa de Israel ante el éxito local
Israel reaccionó con molestia. El primer ministro Netanyahu y el ministro Katz acusaron (sin pruebas) a Hamás de controlar la distribución. Sin embargo, ninguna evidencia sustenta esa afirmación. “¿Dónde está Hamás en los videos?”, cuestionan los líderes comunitarios gazatíes. “Los únicos que organizaron la ayuda fueron los vecinos, sin armas, sin intervención extranjera”. A esta reacción se sumó el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, quien calificó las entregas como una “desgracia” y exigió un fin total y permanente del ingreso de ayuda a Gaza mientras haya rehenes israelíes cautivos. Ben-Gvir incluso amenazó con renunciar a su cargo si el gobierno no frena estas entregas, aumentando la presión interna sobre Netanyahu.
Fuentes diplomáticas señalan que Israel considera esta forma de organización civil como una amenaza a su control narrativo y logístico sobre Gaza, especialmente porque demuestra que la ayuda puede distribuirse sin violencia, saqueos ni intervención militar israelí.
Las organizaciones internacionales, como el PMA y UNICEF, reiteraron su compromiso de seguir entregando alimentos y medicinas “siempre que las condiciones lo permitan”. No hubo mención ni colaboración alguna con la GHF, cuya participación en repartos anteriores ha sido ampliamente criticada por generar desorden y violencia.
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