La vida de centenares de bebés recién nacidos (muchos de ellos prematuros) pende de un hilo en los hospitales de Gaza. La falta total de leche de fórmula especializada, provocada por el bloqueo israelí, ha puesto en riesgo inminente a los pacientes más vulnerables: los recién nacidos que no pueden ser amamantados ni alimentados por vías alternativas.
Según datos del Ministerio de Salud de Gaza, más de 580 bebés prematuros están en riesgo de morir por inanición. La emergencia sanitaria se agrava día a día mientras los cruces fronterizos permanecen cerrados desde marzo, impidiendo el ingreso de suministros médicos, alimentos y ayuda humanitaria.
“En menos de 36 horas podríamos empezar a perder recién nacidos”, advirtió el Dr. Ahmad Al Farra, director del hospital Nasser, en Khan Younis.
“No hay leche”: Madres devastadas, hospitales colapsados
En la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital Nasser, Seham Khodeir observa a su bebé Hisham de solo unos días de nacido, luchar por sobrevivir en una incubadora dañada. Respira con ayuda de un tubo y su única posibilidad de vida depende de una fórmula infantil médica que ya no existe en stock.
“No hay leche. La necesita para vivir…”, dice entre lágrimas.
El Hospital Al-Rantisi en la ciudad de Gaza también confirmó que ya no queda fórmula fortificada para neonatos. Y aunque algunas organizaciones internacionales han entregado pequeñas cantidades, la ayuda es insuficiente, tardía y limitada por las políticas de Israel.
El Dr. Al Farra describe la situación como un “desastre evitable”. El hospital recibió recientemente 20 cajas de fórmula de una ONG estadounidense, suficientes para solo dos semanas. “Esto resuelve el problema temporalmente. Pero lo que necesitamos es levantar el asedio”, insistió.
Bebés en riesgo de morir: Una crisis ignorada
La desnutrición severa entre las madres también impide que muchas puedan amamantar. Según el Dr. Jamil Suliman del Hospital Al-Rantisi, la hambruna y el bloqueo de alimentos y medicinas están creando un “caldo de cultivo mortal” para los bebés y sus madres.
“Ya no estoy seguro de dónde reside la humanidad”, declaró el pediatra Yasser Abu Ghalee. “Hemos estado suplicando durante meses… Al menos, debería haber fórmula para bebés.”
Asedio, precios imposibles y hospitales sin energía
Las pocas latas de fórmula disponibles en el mercado negro superan los 300 shekels (88 USD), una cifra inaccesible para la mayoría. Incluso la leche de vaca escasea o se vende a precios que multiplican por cinco el promedio prebélico.
Los hospitales, por su parte, enfrentan apagones constantes, escasez de combustible y bombardeos continuos. El hospital Nasser se ha visto obligado a cerrar departamentos enteros para ahorrar electricidad, mientras se acumulan los pacientes y crece el número de heridos cerca de los puntos de distribución de ayuda.
“La situación es catastrófica en todos los sentidos de la palabra”, resume Abu Ghalee.
Israel: Bloqueo y narrativa de control total
Israel ha defendido su bloqueo argumentando que es una medida de presión contra Hamás, que aún retiene a rehenes desde el 7 de octubre de 2023. Sin embargo, la ONU y organizaciones independientes han desmentido la narrativa israelí, asegurando que no hay desvío significativo de la ayuda y que la inanición está siendo usada como arma de guerra.
Según Human Rights Watch, más del 50% de las víctimas palestinas son mujeres y niños, y la mayoría de los hospitales funcionan de forma parcial o colapsada. La organización documenta embarazos sin atención médica, partos en condiciones insalubres y bebés en riesgo constante de muerte prevenible.
Una fórmula inalcanzable y el grito silenciado de Gaza
Mientras el gobierno israelí coordina parte de la ayuda exclusivamente con la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), denunciada por su rol en incidentes violentos y disparos en puntos de distribución, organizaciones como UNICEF, Médicos Sin Fronteras y la ONU han pedido el levantamiento inmediato del bloqueo.
El portavoz de UNICEF, James Elder, alertó que los niños con desnutrición severa tienen 10 veces más probabilidades de morir por enfermedades comunes, agravadas por la falta de insumos, vacunas y atención médica.
“Estos bebés no tienen tiempo… ni voz”, dijo el Dr. Al Farra.
En Gaza, los bebés no solo nacen prematuramente. Nacen en guerra, nacen sin fórmula, nacen sin garantías mínimas para sobrevivir.
Y nacen con el silencio internacional como única cuna.
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