Autoridades en Gaza denuncian presencia de pastillas de oxicodona en ayuda humanitaria

Hallan oxicodona en harina enviada a Gaza por EE.UU. e Israel: alarma por posible crimen contra la salud pública
Hallan oxicodona en harina enviada a Gaza por EE.UU. e Israel: alarma por posible crimen contra la salud pública

Este viernes 27 de junio de 2025, autoridades palestinas en Gaza denunciaron que encontraron pastillas de oxicodona (un opioide altamente adictivo) dentro de costales de harina distribuidas por centros de ayuda humanitaria respaldados por Estados Unidos e Israel. El hallazgo, documentado por la Oficina de Medios de Comunicación del Gobierno de Gaza, ha sido calificado como un atentado directo a la salud pública y una nueva forma de agresión en el contexto del genocidio en curso contra la población palestina.

Oxicodona: Un hallazgo que enciende las alarmas

La Oficina de Medios de Comunicación del Gobierno ha expresado su “profunda preocupación y condena” por el descubrimiento de “narcóticos del tipo ‘Oxicodona’” dentro de bolsas de harina entregadas en centros de ayuda gestionados por EE. UU. e Israel. En su comunicado difundido por Telegram, la institución confirmó que se han documentado cuatro testimonios de ciudadanos que hallaron estas píldoras dentro de los sacos de harina.

“Más grave es la posibilidad de que algunas de estas sustancias narcóticas fueran deliberadamente molidas o disueltas en la propia harina, lo que eleva el alcance del crimen y lo transforma en un grave ataque dirigido directamente a la salud pública”, se lee en el mensaje oficial.

La oxicodona es un analgésico potente, comúnmente utilizado en el tratamiento de dolores crónicos graves, pero que posee un alto potencial adictivo y puede causar graves daños si se consume sin supervisión médica, especialmente en una población en situación de emergencia como la de Gaza.

Acusaciones de manipulación y guerra química encubierta

Las autoridades gazatíes responsabilizaron directamente a Israel y a sus aliados por lo que calificaron como un “crimen atroz” destinado a debilitar desde dentro el tejido social palestino, mediante la diseminación de sustancias adictivas en alimentos básicos. El comunicado oficial lo enmarca como una forma de “arma blanda en una guerra sucia contra civiles”, y lo relaciona con una estrategia de genocidio prolongado.

En este contexto, profesionales de la salud como el farmacéutico Omar Hamad describieron la situación como “la forma más despreciable de genocidio”, mientras que el médico Khalil Mazen Abu Nada advirtió que se trata de “un medio para borrar nuestra conciencia social”. Ambos enfatizaron el riesgo de introducir adicciones artificiales en una población ya vulnerable por el hambre, el trauma y el aislamiento.

La ayuda como herramienta de dominación

La harina contaminada proviene de centros de distribución gestionados por la controvertida Gaza Humanitarian Foundation (GHF), una entidad estadounidense-israelí cuya operación en Gaza ha sido duramente criticada por organizaciones de derechos humanos. Al menos 15 ONG internacionales han solicitado su suspensión, acusándola de facilitar desplazamientos forzados, bloquear la ayuda de la ONU y ser potencialmente cómplice de crímenes de guerra.

Según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, más de 500 palestinos han sido asesinados cerca de centros de distribución de ayuda solo en el último mes, lo que refuerza las denuncias de que estos puntos se han convertido en objetivos deliberados o trampas letales para la población desplazada.

Contexto de crisis humanitaria y sistematicidad del genocidio

Desde octubre de 2023, la ofensiva militar israelí ha dejado más de 56.300 muertos y más de 132.000 heridos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños. Además, más de 11.000 personas continúan desaparecidas y la situación humanitaria es crítica debido al bloqueo, la escasez de alimentos, medicamentos y combustible. En este marco, cualquier manipulación de la ayuda humanitaria puede constituir un crimen de guerra o crimen contra la humanidad, según el derecho internacional.

Además, Israel enfrenta procesos ante la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que analizan su responsabilidad en posibles actos de genocidio, incluyendo el uso de mecanismos indirectos para desestructurar socialmente a la población palestina.

Llamado a la comunidad internacional: Urgencia de supervisión y justicia

La Oficina de Medios de Gaza instó a las Naciones Unidas y a los organismos internacionales de salud y derechos humanos a investigar urgentemente la distribución de oxicodona encubierta en ayuda alimentaria, y a tomar medidas para proteger a la población civil.

“Esto no es solo un crimen contra los palestinos; es un atentado a los principios más fundamentales del derecho humanitario y los derechos humanos universales”, señaló un portavoz del Ministerio de Salud.

También advirtieron que la explotación del sufrimiento para imponer nuevas formas de control, como la adicción inducida, debe considerarse una amenaza global, que pone en entredicho la legitimidad de las operaciones humanitarias en zonas de conflicto.

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Para más información sobre el genocidio en Gaza y sus consecuencias humanitarias, da click aquí.

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