En Baluchistán, la lucha contra el matrimonio infantil entró en una nueva etapa luego de que la Asamblea Provincial aprobara la Ley de Restricción del Matrimonio Infantil de 2025, una reforma decisiva que fija los 18 años como edad mínima para casarse y establece penas severas para quienes perpetúen el matrimonio infantil. Este paso legislativo, celebrado por activistas y defensoras de derechos humanos, llega en medio de un fuerte debate político impulsado por sectores conservadores que continúan justificando el matrimonio infantil en nombre de tradiciones culturales y religiosas.
Un avance impulsado por mujeres que resisten
La aprobación se dio durante una sesión marcada por tensiones, en la cual legisladores opositores rompieron copias del proyecto y acusaron al gobierno de promover una ley “antiislámica”. Sin embargo, la mayoría parlamentaria respaldó una legislación que busca frenar un problema profundamente arraigado: el matrimonio infantil, práctica que afecta principalmente a niñas en situación de pobreza, expuestas a la violencia, al abandono escolar y a riesgos de salud relacionados con embarazos precoces.
Defensoras como Ghazala Gola, Raheela Durrani, la Dra. Rubaba Khan Buledi y muchas mujeres líderes comunitarias han trabajado durante años para visibilizar las consecuencias del matrimonio infantil. Su activismo ha sido clave para que el Estado reconozca que estas uniones tempranas violan derechos fundamentales y perpetúan ciclos de desigualdad.
“Esta ley no solo protege; devuelve la voz a niñas que han sido silenciadas por generaciones”, declaró la asesora Meena Majeed Baloch, quien calificó la reforma como “histórica y revolucionaria”.
La ley más estricta del país para erradicar el matrimonio infantil
La nueva legislación incluye:
- 2 a 3 años de prisión rigurosa para un hombre adulto que contraiga matrimonio infantil.
- La misma pena para quienes faciliten, organicen o promuevan el matrimonio infantil.
- Multas de 100.000 a 200.000 rupias.
- Procesos sin fianza y perseguibles de oficio.
- Sanciones para registradores u oficiantes que no verifiquen la edad de las partes.
- Declaración de nulidad absoluta en casos donde la menor haya sido obligada, engañada o víctima de trata.
ONU Mujeres felicitó a la Asamblea de Baluchistán y reconoció el papel de las defensoras que han luchado por años para que el matrimonio infantil sea tratado como una forma de violencia y no como una “tradición”.
Resistencia conservadora y disputa por el discurso religioso
La oposición, encabezada por Younus Aziz Zehri, insistió en que la nueva legislación contradice “valores islámicos” y prometió llevar el asunto a los tribunales. Esta reacción evidencia la tensión entre la protección de los derechos de las niñas y sectores políticos que utilizan la religión para legitimar el control patriarcal, incluido el matrimonio infantil.
El Ministro Principal, Sarfraz Bugti, respondió que la ley fue estudiada durante meses y coincide con reformas nacionales. “Las diferencias son democráticas; la protección de las niñas es una obligación del Estado”, dijo.
La resistencia continúa
Aunque la reforma representa un logro monumental, activistas advierten que la implementación será el desafío más grande. En zonas rurales, el matrimonio infantil sigue normalizado y sostenido por estructuras tribales, pobreza extrema y presión comunitaria.
Para Mujer Azadi e Historiente, la aprobación de esta ley reafirma una verdad esencial: la lucha contra el matrimonio infantil es también la lucha por la libertad de las niñas, por su dignidad y por su derecho a decidir sobre su propio futuro.
Porque mientras exista el matrimonio infantil, la resistencia de las mujeres seguirá siendo el motor que impide que sus voces sean silenciadas.
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