El presidente venezolano, Nicolás Maduro, expresó su respaldo al grupo extremista Hezbolá durante un evento en Caracas el pasado sábado por la noche. Este pronunciamiento tuvo lugar tras el ataque israelí en Líbano que resultó en la muerte de Hassan Nasrallah, el líder de la organización. Ante una multitud de seguidores, Maduro condenó la acción militar y se solidarizó con Hezbolá, enfatizando su apoyo a los pueblos árabes y musulmanes.
«Hoy se ha dado a conocer el asesinato de un líder del mundo musulmán», afirmó Maduro con vehemencia, antes de manifestar su respaldo al grupo extremista y a las familias de Nasrallah y sus compañeros. En sus declaraciones, el presidente no dudó en culpar a Israel, afirmando que la acción fue «ordenada desde la sede de Nueva York en Naciones Unidas».
Además, Maduro hizo un llamado a ‘los pueblos del mundo y a los pueblos musulmanes’ para que levanten la voz en solidaridad con los pueblos palestino y libanés. Estas palabras subrayan la creciente alineación de Venezuela con Hezbolá, un grupo que ya había encontrado un refugio en el país desde los años 90, y que ha visto su influencia aumentar considerablemente con la llegada del chavismo.
🇻🇪 | Nicolás Maduro expresa su apoyo a Hezbolá tras la muerte de Hassan Nasrallah por un ataque israelí pic.twitter.com/W7TTgQgM8E
— Historiente (@historiente) September 29, 2024
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron la eliminación de Nasrallah como un resultado de un ataque aéreo preciso, llevado a cabo por la Fuerza Aérea Israelí (IAF). Este ataque, que tuvo lugar en un cuartel general de Hezbolá oculto en un edificio residencial en Beirut, se basó en información de inteligencia detallada. Nasrallah se encontraba allí planeando nuevas actividades terroristas en contra de Israel.
La relación entre Venezuela e Irán, por su parte, ha sido constante desde la llegada de Hugo Chávez al poder. Los vínculos entre ambos países se han profundizado en los últimos años, facilitando que Hezbolá amplíe su presencia en América Latina. Esto ha llevado a una preocupación creciente sobre la influencia del extremismo en la región, especialmente en un contexto donde se han reportado vínculos entre Hezbolá y figuras del régimen venezolano, como el ex vicepresidente Tareck El Aissami, quien ha sido sancionado por diversos organismos internacionales.