Arezo Khavari, una joven de 16 años, se quitó la vida en Irán, en la ciudad Shahrari tras sufrir acoso escolar y amenazas en su escuela. Este lamentable hecho ocurrió después de que Arezo fuera sancionada por incumplir el estricto código de vestimenta que impone el uso del hijab.
Un acoso constante a la joven de 16 años que culminó en tragedia
Arezo Khavari, una adolescente afgana, fue criticada reiteradamente por las autoridades de su escuela debido a la rigidez del código de vestimenta del hijab. En un reciente viaje escolar, Arezo optó por usar jeans en lugar del uniforme requerido, acción que provocó una reprimenda inmediata. Según activistas y fuentes cercanas, el subdirector de la institución capturó en video a la joven sin su hijab mientras bailaba junto a sus compañeros y la amenazó con mostrar el material al director. Esta situación, habría afectado profundamente a Arezo, quien vivía bajo una presión constante por no acatar al 100% las reglas de la escuela y su identidad afgana.
🇦🇫🇮🇷 Una tragedia sacude a #Irán: Arezo Khavari, una joven afgana de 16 años, se quitó la vida tras enfrentar acoso escolar y amenazas de expulsión por no cumplir con el estricto código de vestimenta que exige el hijab. Este suceso ha puesto en evidencia la presión y… pic.twitter.com/DMdB7GBhAt
— Historiente (@historiente) November 10, 2024
Compañeros de escuela de Arezo Khavari compartieron que, durante el regreso de su viaje escolar, la joven se mostró visiblemente ansiosa y preocupada por la amenaza de expulsión. Según explicaron, la posibilidad de ser expulsada, agravada por el hecho de no ser iraní, le generó un estado de ansiedad extremo. Para intentar reducir su tensión, Arezo incluso optó por cambiarse los pantalones. Sin embargo, el estrés fue tan intenso que vomitó repetidamente durante el trayecto.
Además, su profesora de matemáticas comentó que, al regresar del viaje, la directora de la escuela llamó a Arezo a su despacho. La docente recordó: “Entró visiblemente angustiada y, luego, me pidió: ‘Por favor, reza para que no me expulsen’”.
La organización iraní Dadban confirmó que la amenaza de expulsión fue tan grave que impactó profundamente en la salud mental de la adolescente, quien, poco después, tomó la trágica decisión de terminar con su vida. Según informaron los medios de comunicación iraníes, Arezo Khavari saltó desde el sexto piso de un edificio residencial en Teherán el domingo 3 de noviembre, luego de que la directora de su escuela la amenazara con la expulsión.
Las normas del código de vestimenta en las escuelas de Irán van más allá de ser una simple política educativa: Son una medida de control social que busca limitar la expresión y la individualidad de las jóvenes. Activistas como Masih Alinejad han denunciado que estos códigos son una extensión de la represión sistemática de la República Islámica hacia las mujeres, quienes enfrentan constantes amenazas de expulsión o sanción en sus entornos educativos.
La denuncia de su familia: Acusaciones de negligencia
Tras la trágica muerte de Arezo, su padre presentó una denuncia formal contra los responsables de la escuela. En su declaración, el padre de la joven, un trabajador del sector metalúrgico, aseguró que el personal escolar actuó con negligencia y falta de empatía hacia su hija. La denuncia acusa a los funcionarios de la institución de acoso e insensibilidad, especialmente tras el fallecimiento de la joven, al no mostrar ninguna expresión de condolencia hacia la familia.
La presión sobre Arezo por parte de sus autoridades escolares no fue un incidente aislado. De hecho, fuentes cercanas indican que Arezo enfrentó dificultades desde el momento de su inscripción. Como ciudadana afgana en Irán, tuvo que sortear obstáculos adicionales debido a su nacionalidad y su falta de conformidad con las normas estrictas del hijab.
Un contexto de represión en las escuelas iraníes
Este caso ocurre en medio de un contexto de creciente presión sobre las jóvenes en Irán. En 2023, el país se vio sacudido por una serie de ataques de envenenamiento dirigidos a alumnas en escuelas segregadas por género. Según informes, estos ataques podrían estar relacionados con la aplicación de las leyes obligatorias del hijab, ya que las estudiantes de estas escuelas son sometidas a estrictas regulaciones en cuanto a su vestimenta y comportamiento.
La trágica historia de Arezo se suma a los crecientes casos de abuso escolar, en los que se utiliza el control del hijab y la imposición de códigos de vestimenta como herramientas de opresión. Los activistas señalan que estas políticas son parte de un sistema de apartheid de género que limita los derechos básicos de las mujeres en Irán y Afganistán. Las leyes imponen un entorno de constante vigilancia, intimidación y amenazas a jóvenes como Arezo, quienes buscan una vida sin restricciones sobre su forma de vestir y de expresarse.
Derechos humanos en el centro del debate
La muerte de Arezo ha encendido la conversación sobre los derechos humanos y la seguridad de las niñas en Irán. En este sentido, el abogado y defensor de los derechos de la niñez, Hossein Raisi, destacó que, conforme a la Ley de Protección de la Infancia de 2020 y la Convención sobre los Derechos del Niño, las escuelas deben garantizar un entorno seguro y libre de acoso. Raisi argumentó que los docentes y administradores tienen el deber de proteger a los menores bajo su cuidado, y señaló que cualquier falta de protección constituye una grave violación de sus derechos.
En un entorno en el que la vestimenta de una joven puede ser causa de amenaza y represión, la historia de Arezo expone la urgencia de revisar estas políticas desde un enfoque de derechos humanos. Activistas de la región piden a la comunidad internacional que tome cartas en el asunto, señalando que «las mujeres de Irán y Afganistán necesitan apoyo, no alianzas con sus opresores».
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