El lunes 16 de junio de 2025, el Tribunal Regional Superior de Frankfurt, en Alemania, sentenció a un médico sirio a cadena perpetua por su participación activa en torturas y asesinatos ocurridos entre 2011 y 2012 en un hospital militar de la ciudad de Homs, en Siria, durante los primeros años del conflicto civil.
El acusado, identificado como Alaa M., de 40 años, fue hallado culpable de haber asesinado a dos personas y torturado a otras nueve durante su tiempo como médico militar.
Una condena histórica en la justicia internacional
La sentencia representa uno de los casos más relevantes en la aplicación de la jurisdicción universal por parte de tribunales europeos. Alemania ha sido uno de los países más activos en procesar crímenes cometidos en el extranjero bajo este principio, especialmente en relación con la guerra civil siria.
El tribunal declaró que, debido a la «gravedad particular de la culpabilidad», se descarta prácticamente cualquier posibilidad de que el condenado pueda obtener una liberación anticipada tras cumplir los primeros 15 años de su pena, como suele suceder en los casos de cadena perpetua en Alemania.
El acusado permanece en detención preventiva desde su arresto, según informó la agencia de noticias alemana DPA.
Detalles de los crímenes y perfil del acusado
Durante el juicio, que duró casi tres años y medio, se presentaron testimonios detallados y contundentes de víctimas que sobrevivieron a los abusos en el hospital militar de Homs.
Los testigos relataron palizas brutales, quemaduras en heridas abiertas y actos sádicos, todos presuntamente perpetrados por el médico.
Según el juez presidente Christoph Koller, Alaa M. mostró una conducta caracterizada por el sadismo. Durante la lectura del veredicto, afirmó que el médico «disfrutó causando daño a personas que consideraba inferiores o de poco valor».
Implicaciones y precedentes del juicio
Este fallo judicial no sólo reafirma el compromiso de Alemania con la justicia internacional, sino que también sienta un precedente importante en la lucha contra la impunidad por crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos.
Desde el inicio de la guerra civil siria en 2011, miles de personas han sido detenidas, torturadas y asesinadas en instalaciones del régimen, según han documentado organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch. El juicio de Alaa M. es uno de los primeros en llevar a juicio a personal médico involucrado directamente en la maquinaria de represión del Estado sirio.
Reacciones de las víctimas y organizaciones
Grupos de defensa de derechos humanos y activistas celebraron la sentencia como un paso hacia la rendición de cuentas. Una de las víctimas, que testificó bajo anonimato, declaró a medios alemanes: “Nunca pensé que vería justicia. Hoy puedo dormir sabiendo que mis torturadores no quedarán impunes”.
El veredicto también fue recibido positivamente por la comunidad siria exiliada en Europa, que ha luchado por años para visibilizar los crímenes del régimen sirio y sus cómplices.
La condena del médico sirio envía un mensaje
Este caso demuestra que la comunidad internacional puede actuar con firmeza incluso cuando los crímenes se cometen fuera de sus fronteras. Alemania, al aplicar su ley de jurisdicción universal, ofrece un mensaje contundente: la tortura y los crímenes de guerra no quedarán impunes, sin importar dónde se cometan ni quién los cometa.
Además, pone el foco en la necesidad de investigar a otros funcionarios, militares y profesionales de la salud que hayan colaborado o participado en el aparato represivo sirio.
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