En Bint Jbeil, al sur del Líbano, la comunidad despidió a cinco víctimas de un ataque israelí con dron, entre ellas tres niñas y niños de 18 meses y 8 años, y su padre, Shadi Charara. La madre, Amani Bazzi, y su hija mayor sobrevivieron gravemente heridas. El hecho ha encendido nuevas denuncias sobre las violaciones al alto el fuego y la indefensión de las familias civiles.
Ataque israelí en el sur de Líbano
El domingo por la tarde, la familia Charara regresaba de visitar a sus abuelos maternos cuando un dron israelí impactó el vehículo en el que viajaban. Shadi Charara, comerciante de automóviles, murió junto a sus gemelos de 18 meses, Hadi y Silan, y su hija Celine, de ocho años.
En el funeral celebrado en Bint Jbeil, las mujeres encabezaron el duelo. Amani Bazzi, madre de lamenores asesinados, fue llevada en camilla con heridas visibles y el rostro amoratado, mientras la multitud la rodeaba con respeto y dolor. Su hija mayor, Asil, continúa hospitalizada.

“Somos ciudadanos normales y no pertenecemos a ningún grupo”, expresó Sam Bazzi, abuelo materno, quien denunció que la familia pensaba estar a salvo al no tener vínculos con Hezbolá. “Lo único que querían era vivir con normalidad, yendo y viniendo”, agregó.
La hermana de Shadi, Amina Charara, desde Estados Unidos, relató: “Siempre decíamos gracias a Dios que solo perdimos piedras y no seres humanos. Las casas se reconstruyen, pero ¿cómo se reconstruye una vida? ¿Cómo regresa mi hermano? ¿Qué culpa tenían los niños para que Israel los matara?”.

El ejército israelí justificó el ataque asegurando que tenía como blanco a un militante de Hezbolá que “operaba desde una población civil”, aunque no presentó pruebas. Organizaciones de derechos humanos han señalado que estos argumentos son utilizados con frecuencia para encubrir crímenes de guerra contra la población civil. La Unión Europea condenó el ataque y pidió respeto total al acuerdo de alto el fuego alcanzado en noviembre de 2024.
De acuerdo con datos de la ONU, Israel ha violado el alto el fuego en el sur del Líbano con ataques casi diarios, mientras mantiene puestos militares en la zona. Desde septiembre de 2024, la guerra abierta entre Israel y Hezbolá ha dejado miles de personas desplazadas y decenas de familias destruidas.
Amani Bazzi, madre sobreviviente y símbolo de resistencia
Con el rostro magullado y gravemente herida, Amani Bazzi asistió al funeral de su esposo, Shadi Charara, y sus tres hijos: los gemelos Hadi y Silan, de 18 meses, y Celine, de 8 años, víctimas de un ataque con dron israelí en Bint Jbeil, Líbano. Su hija mayor, Asil, también sobrevivió con heridas.
La presencia de Amani en la ceremonia, envuelta en el dolor y la indignación de la comunidad, se convirtió en un acto de memoria y resistencia. A través de su sufrimiento, Amani encarna la voz de las mujeres y familias civiles atrapadas en la guerra, recordando que detrás de cada cifra hay vidas humanas, y que la justicia y la protección de los derechos de la población civil deben ser exigidas y visibilizadas.
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