La policía israelí arrestó a libreros palestinos en Jerusalén oriental por vender libros sobre Palestina

La policía israelí llevó a cabo un asalto contra librerías palestinas en Jerusalén oriental, deteniendo a Mahmoud y Ahmed Muna, propietarios de la Librería Educational Bookshop, un espacio clave para la cultura palestina

Libreros palestinos fueron detenidos el pasado lunes 3 de febrero de 2025. Las fuerzas policiales israelíes llevaron a cabo un allanamiento en dos librerías palestinas ubicadas en Jerusalén Oriental, incluyendo la histórica Educational Bookshop. Durante la operación, las autoridades arrestaron a los dueños de las librerías, Mahmoud y Ahmed Muna, bajo la acusación de vender «libros prohibidos» relacionados con Palestina. Este incidente es una nueva muestra de la creciente represión cultural que vive la comunidad palestina en los territorios ocupados.

Detención de libreros palestinos

La Educational Bookshop, una de las librerías asaltadas, ha sido un pilar fundamental en la comunidad palestina de Jerusalén Oriental. Durante más de 40 años, ha servido como un refugio para la literatura palestina, proporcionando acceso a libros, publicaciones e información sobre la historia, cultura y luchas políticas del pueblo palestino. Sin embargo, el pasado lunes, la policía israelí irrumpió en este espacio cultural y confiscó varios libros, muchos de los cuales contenían imágenes de la bandera palestina o abordaban temas relacionados con la resistencia y la identidad nacional.

El allanamiento se centró especialmente en los libros que, según las autoridades israelíes, podían incitar a la violencia, sin embargo, la mayoría de los títulos incautados eran materiales completamente inocuos, como un libro para colorear infantil que ni siquiera estaba a la venta. La policía utilizó aplicaciones de traducción digital como Google Translate para revisar los libros en inglés de manera arbitraria. En total, se incautaron ocho libros, lo que subraya el nivel de censura impuesto por el gobierno israelí, extendiendo incluso a los más pequeños, con el objetivo de erradicar cualquier forma de resistencia o conciencia sobre Palestina.

Este ataque no solo afectó a la librería, sino también a sus propietarios: Mahmoud Muna y su sobrino Ahmed Muna, quienes fueron detenidos y luego puestos bajo arresto domiciliario. La arbitrariedad de la redada resalta cómo la represión cultural se está utilizando como herramienta para suprimir la identidad palestina. Mahmoud Muna, al ser liberado, advirtió que este ataque forma parte de un patrón más amplio de restricciones a las instituciones culturales palestinas en Jerusalén y otras áreas, que desempeñan un papel clave en la preservación de la identidad cultural palestina.

Represión cultural: La censura como estrategia política

Este ataque contra las librerías palestinas no es un caso aislado. La censura y la represión de la libertad de expresión han sido tácticas recurrentes en el régimen de ocupación, que ha buscado de diversas maneras frenar la circulación de información que contradiga su narrativa oficial. La persecución de la literatura palestina es parte de un esfuerzo por controlar el flujo de información en la región y evitar la difusión de las ideas que los palestinos han promovido durante décadas: la lucha por la autodeterminación, la resistencia contra la ocupación y la preservación de su identidad cultural.

“Comenzaron a revisar los libros y si no les interesaban, simplemente los tiraban al suelo”, dijo Ahmed Muna, de 33 años.

El ataque a la Educational Bookshop también forma parte de un patrón más amplio de control sobre los medios de comunicación y la información en Gaza y la Cisjordania ocupada. Israel no solo censura libros, sino que también controla el contenido informativo mediante la violencia contra periodistas y la imposición de restricciones severas a la libertad de prensa. La detención de los periodistas palestinos y los bloqueos a sus medios de comunicación son solo algunas de las formas en las que Israel mantiene su control sobre la narrativa.

El papel de la literatura en la resistencia palestina

La literatura palestina ha sido históricamente un medio de resistencia contra la ocupación israelí. Desde las poesías de Mahmoud Darwish hasta las novelas de Ghassan Kanafani, la escritura ha servido como una herramienta vital para documentar la historia palestina y expresar el sufrimiento, la resistencia y la esperanza del pueblo palestino. En este contexto, las librerías y bibliotecas no son solo lugares de compra y venta de libros, sino centros de resistencia cultural, política y social.

Por esta razón, la represión de la literatura palestina no es solo un ataque a la libertad de expresión, sino un intento de borrar la memoria histórica de un pueblo. Los libros que han sido confiscados por las autoridades israelíes no son simplemente textos, sino símbolos de una lucha más amplia por la autodeterminación y la justicia. La censura de estos materiales refleja el temor de las autoridades israelíes ante el poder que la narrativa palestina tiene para movilizar y educar tanto a los palestinos como al mundo en general.

La respuesta de la comunidad y el apoyo internacional

Tras los arrestos de Mahmoud y Ahmed Muna, cientos de personas se reunieron frente a la librería Educational Bookshop para expresar su apoyo a los detenidos y rechazar el ataque israelí contra la libertad de expresión. La comunidad palestina en Jerusalén Este, así como muchos otros activistas internacionales, se han levantado en defensa de la librería y en contra de la represión cultural impuesta por Israel.

Este acto de solidaridad subraya la importancia de las librerías y los centros culturales como espacios de resistencia frente a los regímenes autoritarios. Los manifestantes no solo se pronunciaron en contra de los arrestos, sino que también hicieron un llamado a la comunidad internacional para que condene los actos de censura y apoye la lucha palestina por la libertad y la justicia.

La censura: Un fenómeno global con ramificaciones locales

Lo que está ocurriendo en Palestina no es un fenómeno aislado. A nivel global, los ataques a la libertad de expresión y la censura cultural están aumentando. En Estados Unidos, por ejemplo, el gobierno de Donald Trump firmó una orden ejecutiva en 2020 que condenaba lo que calificaba de “ideologías radicales” en las escuelas. Esto abrió la puerta para la prohibición de libros en las escuelas y bibliotecas públicas, especialmente aquellos que tratan sobre temas relacionados con los derechos civiles y las luchas históricas de las minorías.

La represión de la literatura en Palestina y en otros lugares del mundo tiene un objetivo común: silenciar las voces disidentes y evitar que se cuestionen los sistemas de poder establecidos. Sin embargo, como se ha demostrado en diversas protestas y manifestaciones, la resistencia a la censura es posible y sigue ganando terreno.

Conclusión: la lucha por la libertad de expresión y la resistencia cultural

El allanamiento de librerías palestinas en Jerusalén y el arresto de sus propietarios no son meros actos de represión, sino una manifestación de un régimen autoritario que busca destruir la narrativa palestina. A través de la censura de libros, la ocupación israelí intenta borrar no solo la historia, sino también la identidad cultural del pueblo palestino.

Sin embargo, la respuesta a esta represión ha sido clara: los palestinos, junto con la comunidad internacional, continúan luchando por la libertad de expresión y por el derecho de los pueblos a contar su propia historia. La resistencia cultural, a través de la literatura, es una de las armas más poderosas que tienen los pueblos oprimidos para resistir y finalmente lograr la justicia.

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