Mientras las cifras de muertes y desplazamientos se disparan, los hospitales en Sudán, los pocos que aún funcionan, se han convertido en blancos de guerra. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) y Save the Children denuncian una campaña sistemática de ataques contra centros de salud, en medio de una guerra que ha dejado más de 40 mil muertos, casi 13 millones de desplazados y una población al borde de la hambruna.
Los brotes de cólera, el colapso del sistema sanitario y la violencia étnicamente dirigida dibujan un panorama devastador. A más de dos años del inicio del conflicto entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), los civiles no solo huyen de las balas, sino también de enfermedades sin tratamiento, de quirófanos bombardeados y de ambulancias que nunca llegan.
Hospitales en Sudán bajo ataque
Uno de los aspectos más alarmantes de la guerra en Sudán es el ataque deliberado a infraestructuras sanitarias. Médicos Sin Fronteras alertó que más del 70% de los hospitales en Sudán han dejado de operar o funcionan de manera muy limitada debido a los bombardeos y saqueos constantes.

Esta situación ha imposibilitado el acceso a tratamientos básicos y cirugías de urgencia, especialmente en zonas de alto riesgo como El Fasher, capital del estado de Darfur del Norte. Allí, un único hospital con capacidad quirúrgica atiende (de forma parcial) a más de un millón de personas, incluidos miles de desplazados internos.
“Instamos a todas las partes en conflicto a detener de inmediato la violencia contra las instalaciones médicas y permitir una respuesta humanitaria a gran escala”, declaró Michel-Olivier Lacharité, responsable de operaciones de emergencia de MSF, durante una rueda de prensa internacional.
El alarmante aumento de muertes en hospitales
La organización Save the Children también denunció que los ataques a centros de salud y hospitales en Sudán se han triplicado en los últimos dos años. Según sus informes, al menos 933 personas murieron en instalaciones médicas durante el primer semestre de 2025. Esta cifra incluye tanto a pacientes como a familiares que acompañaban a sus seres queridos.
En comparación con el mismo periodo del año anterior, esto representa un incremento de más de 60 veces en el número de víctimas. Las cifras reflejan la creciente peligrosidad de acudir a un hospital en medio del conflicto, ya que muchos de estos centros han sido convertidos en objetivos militares.
Francesco Lanino, subdirector de programas de Save the Children en Sudán, advirtió que los hospitales en Sudán atacados suelen ser los únicos disponibles en su zona, lo que pone en riesgo a millones de personas, especialmente a mujeres embarazadas, niños pequeños y personas mayores.
El Fasher: epicentro de la crisis humanitaria en Darfur
En El Fasher, la situación es especialmente crítica. Desde mayo de 2024, los enfrentamientos entre el ejército sudanés y las RSF se han intensificado, dejando a cientos de miles de personas atrapadas sin acceso a alimentos, agua o atención médica. La violencia, con fuertes tintes étnicos, ha obligado a miles a abandonar sus hogares para sobrevivir en condiciones extremas.

En abril pasado, MSF reportó que el único hospital con capacidad quirúrgica en la ciudad operaba de forma parcial y ya había sido escenario de múltiples muertes, tanto de pacientes como del personal médico. La situación empeora día a día, con brotes de enfermedades como cólera propagándose rápidamente debido a la falta de higiene, vacunación y tratamiento.
Llamado urgente a la comunidad internacional
A pesar de los esfuerzos de organismos humanitarios, la respuesta de la comunidad internacional sigue siendo insuficiente. Aunque el ejército sudanés aceptó recientemente una propuesta de alto el fuego limitada en El Fasher, las RSF no se adhirieron al acuerdo, y los combates se reanudaron casi de inmediato.

Desde MSF, el secretario general Christopher Lockyear ha instado a los gobiernos con vínculos tanto con el ejército sudanés como con las RSF a ejercer su influencia para frenar las atrocidades. “La protección de los civiles debe ser una prioridad en cualquier tipo de negociación”, enfatizó.
La falta de presión diplomática, combinada con el escaso interés mediático, contribuye a la impunidad con la que se cometen crímenes contra la población civil, en un contexto donde los hospitales ya no son refugios, sino zonas de muerte.
La catástrofe humanitaria que el mundo ignora
- Más de 40,000 personas asesinadas desde 2023.
- Casi 13 millones de personas desplazadas, muchas sin hogar ni país.
- Cientos de hospitales en Sudán están cerrados o son atacados sistemáticamente.
- Brote de cólera sin control y riesgo inminente de hambruna.
- Violencia étnica en aumento, especialmente en Darfur.
Sudán está al borde de convertirse en otra página olvidada del sufrimiento humano, mientras los organismos multilaterales y la prensa internacional miran hacia otro lado.
La sistemática destrucción de hospitales en Sudán no solo es una táctica de guerra, sino una forma de exterminio lento que viola todos los principios humanitarios.
Sudán no necesita solo ayuda. Necesita justicia, responsabilidad internacional y visibilidad. No dejemos que esta masacre avance en la oscuridad.
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