Este domingo 22 de junio de 2025, un atacante suicida se detonó dentro de una iglesia cristiana en Dweil’a, un suburbio al sur de Damasco, Siria. La explosión ocurrió durante una misa vespertina en la iglesia Mar Elías. Al menos 13 personas murieron y 53 resultaron heridas, según el Ministerio de Salud sirio.
El ataque a la Iglesia de Siria
La iglesia siria Mar Elías se encontraba llena de fieles cuando un hombre armado ingresó, lanzó una granada y abrió fuego antes de detonarse, según testimonios de testigos y declaraciones oficiales. Algunas fuentes, como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, aseguran que el número de víctimas podría ser mayor, con al menos 19 personas fallecidas y decenas heridas, incluidos niños.
El ataque fue calificado como “terrorista” por las autoridades sirias. Aunque ningún grupo se ha adjudicado la responsabilidad, el Ministerio del Interior atribuyó el atentado a un presunto militante del grupo Estado Islámico.
Una comunidad vulnerada
Este es el primer ataque de este tipo dentro de una iglesia en Siria en varios años, y ocurre en un momento delicado. Mientras el gobierno sirio, liderado por Ahmad al-Sharaa, intenta fortalecer su control territorial y político, las minorías religiosas y étnicas continúan siendo blanco de violencia.
Siria, país de mayoría musulmana, cuenta con comunidades cristianas históricas, muchas de las cuales han sido desplazadas o perseguidas durante más de una década de conflicto. La explosión dentro de un templo sagrado no solo deja víctimas mortales, sino también un fuerte impacto psicológico y simbólico para los creyentes y la sociedad siria en general.
Testimonios desde el lugar
El obispo de la iglesia, Moussa Khoury, relató que el atacante irrumpió durante la misa, disparó y luego se hizo estallar. Otro testigo, Rawad, informó a la agencia AP que vio a dos hombres huyendo de la escena, lo que sugiere que el atacante no actuó solo. Un sacerdote, Meletius Shahati, también describió que hubo un segundo hombre que disparó contra la puerta de la iglesia antes de que ocurriera la explosión.
Imágenes difundidas por la agencia estatal SANA muestran bancos destruidos y manchas de sangre dentro del templo. Las fuerzas de seguridad y equipos médicos llegaron rápidamente, mientras sobrevivientes lloraban y buscaban a sus familiares entre los escombros.
Condolencias oficiales y silencio sobre responsabilidades
El ministro de Información sirio, Hamza Mostafa, condenó el atentado, asegurando que “va en contra de los valores cívicos que nos unen” y reafirmó el compromiso del gobierno con la protección de la ciudadanía y la lucha contra organizaciones extremistas.
Sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han ofrecido más detalles sobre la posible red de apoyo detrás del ataque ni sobre las medidas preventivas que fallaron en uno de los suburbios más vigilados de la capital.
¿Puede la fe resistir tanto dolor?
La iglesia Mar Elías, como muchas otras en Siria, representa no solo un espacio espiritual, sino también un refugio para quienes han perdido familia, casa o país.
¿Cómo se reconstruye la confianza en la comunidad cuando incluso los templos dejan de ser lugares seguros?
(Noticia en desarrollo)