Al menos dos palestinos fueron asesinados y decenas resultaron heridos este martes 10 de junio durante una operación militar a gran escala lanzada por el ejército israelí en la ciudad vieja de Nablus, ubicada en el norte de la Ribera Occidental. El asalto comenzó tras la medianoche, cuando docenas de vehículos blindados irrumpieron en la zona tras la imposición de un toque de queda, previamente anunciado mediante altavoces.
Testigos y fuentes médicas locales confirmaron que las tropas israelíes bloquearon el acceso a ambulancias y desplegaron redadas violentas, provocando múltiples heridos, entre ellos personas lesionadas por metralla, golpes físicos e inhalación de gases lacrimógenos. Las autoridades israelíes calificaron la incursión como parte de la operación militar denominada “Cerrojo de Hierro”, en curso desde enero en el norte de Cisjordania.
El asedio: Entrada de tropas, redadas y represión en pleno día
Aunque el operativo se anunció desde el lunes por la noche con un toque de queda impuesto mediante altavoces en varios sectores de la ciudad, los ataques se intensificaron durante el día martes, lo que contrasta con las advertencias previas. Decenas de soldados israelíes ingresaron a pie y en vehículos blindados al corazón de Nablus, allanando comercios, registrando viviendas y deteniendo a varios palestinos para interrogarlos en el lugar.
Según reporteros de AFP presentes en la zona, se vivieron escenas de pánico cuando las fuerzas armadas ocuparon calles y plazas del casco antiguo, considerado uno de los bastiones culturales y sociales más importantes de Palestina. Este tipo de intervenciones, según organismos de derechos humanos, forman parte de una estrategia de ocupación prolongada que busca debilitar la estructura civil palestina mediante el uso excesivo de fuerza y represión sistemática.
Bloqueo a ambulancias y ataques a palestinos: Grave denuncia humanitaria
La Media Luna Roja Palestina informó que al menos tres personas fueron heridas por metralla, cuatro más sufrieron lesiones físicas por agresiones directas, y docenas necesitaron atención médica tras inhalar gas lacrimógeno. Lo más alarmante, según su vocería, fue que las ambulancias fueron bloqueadas por el ejército israelí, impidiéndoles el acceso a la ciudad vieja para atender a los heridos, obligando a los paramédicos a improvisar la atención en el interior de viviendas y callejones.
Esta acción fue calificada como una violación grave del derecho humanitario internacional, ya que impide la atención médica urgente y pone en peligro vidas civiles. Diversas organizaciones han documentado previamente prácticas similares por parte de las fuerzas de ocupación israelíes en otras zonas de Cisjordania, lo que agrava la situación de los servicios de emergencia palestinos.
Más de 900 palestinos han sido asesinados en Cisjordania por soldados o colonos israelíes, según datos de la Autoridad Palestina.
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