Las fuerzas israelíes profanaron tumbas y exhumaron cadáveres palestinos en Khan Younis

Las fuerzas israelíes profanaron tumbas y exhumaron cadáveres palestinos en Khan Younis
Las fuerzas israelíes profanaron tumbas y exhumaron cadáveres palestinos en Khan Younis. La demolición del Cementerio Turco y el desalojo de desplazados en Gaza elevan las denuncias de crímenes de guerra y violaciones al derecho internacional humanitario

Khan Younis, Gaza | 11 de julio de 2025 — Las fuerzas armadas israelíes han sido señaladas por la profanación de tumbas y la exhumación de cadáveres de civiles palestinos en la ciudad de Khan Younis, ubicada al sur de la Franja de Gaza. Las acciones fueron denunciadas públicamente por el periodista palestino Mohammed Abo Mostafa, quien acompañó su testimonio con imágenes contundentes que muestran el antes y después del sitio. Estas fotografías revelan rastros evidentes de excavaciones en zonas donde previamente habían sido sepultadas víctimas de ataques anteriores.

El Ministerio de Dotaciones y Asuntos Religiosos de Gaza respaldó la denuncia y señaló que, además de esta exhumación, el Cementerio Turco en el distrito de al-Mawasi, una zona densamente habitada por personas desplazadas, fue destruido sin justificación válida. A esto se suman informes sobre la demolición de refugios cercanos, dejando a numerosas familias sin resguardo en medio del calor extremo.

Exhumaciones sin consentimiento

La remoción forzada de restos humanos de tumbas sin el consentimiento de sus familias constituye una violación directa del derecho internacional humanitario. Las Convenciones de Ginebra establecen obligaciones claras sobre el respeto a los cadáveres durante conflictos armados, incluso en zonas ocupadas. Sin embargo, lo sucedido en Khan Younis representa no solo un acto de violencia simbólica contra los cuerpos, sino también una agresión al derecho de las familias a enterrar dignamente a sus seres queridos.

La incertidumbre sobre el paradero de los restos exhumados refuerza la preocupación de que estos puedan ser utilizados con fines propagandísticos, como piezas en investigaciones manipuladas o simplemente desaparecer sin registro. En muchos conflictos armados, los cuerpos se convierten en evidencia crucial de crímenes de guerra. Desaparecerlos impide la justicia y perpetúa la impunidad.

Destrucción del Cementerio Turco

La destrucción del Cementerio Turco en al-Mawasi no ocurrió en un lugar aislado, sino en una zona que alberga a cientos de familias desplazadas por los bombardeos anteriores. La demolición de tumbas en un territorio saturado de sufrimiento humano no puede entenderse como un daño colateral. Representa una política de agresión planificada que apunta al tejido social, la memoria colectiva y el respeto por lo más básico: los muertos.

Además, no se trata de un incidente único. Organizaciones locales han advertido que al menos dos tercios de los cementerios en Gaza han sido destruidos total o parcialmente desde el inicio de la ofensiva militar en octubre de 2023. Esto no solo agrava la crisis humanitaria, sino que constituye un patrón sistemático de destrucción cultural e histórica.

Demoliciones sin aviso

La violencia estructural contra la población civil palestina se ha intensificado con la demolición de refugios en las inmediaciones del cementerio. Según testigos, las fuerzas israelíes irrumpieron con maquinaria pesada sin previo aviso, destruyendo campamentos improvisados donde cientos de personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, buscaban protección.

Estas familias, que ya habían sido obligadas a abandonar sus hogares, se vieron forzadas nuevamente a huir sin pertenencias, bajo el sol abrasador, y sin acceso inmediato a agua o alimentos. La repetición del desplazamiento sin ninguna garantía de retorno ni condiciones mínimas de seguridad representa una violación del derecho internacional de los refugiados y del principio de protección de los civiles en zonas de conflicto.

Las acciones cometidas en Khan Younis y al-Mawasi deben ser vistas bajo la lupa de posibles crímenes de guerra y violaciones sistemáticas de los derechos humanos. La pasividad de organismos internacionales frente a estas denuncias contribuye a normalizar la ocupación prolongada y a reforzar la impunidad con la que se actúa en Gaza.

La profanación de tumbas, el desplazamiento forzado y la demolición de refugios no pueden ni deben ser tratados como daños colaterales, sino como parte de una estrategia de eliminación cultural y despojo identitario.

Para más información sobre el genocidio en Gaza y sus consecuencias humanitarias, da click aquí.

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