Israel bombardeó este jueves la única iglesia católica de Gaza, la Iglesia de la Sagrada Familia, ubicada en Deir al-Balah, dejando al menos dos muertos y varios heridos, entre ellos el párroco Gabriele Romanelli. El templo albergaba a más de 600 personas desplazadas, entre ellas niños con discapacidad, mujeres y adultos mayores que buscaban refugio ante la ofensiva militar. El ataque, atribuido al ejército israelí, ha generado gran cantidad de condenas internacionales por tratarse de un sitio sagrado y civil bajo protección del Derecho Internacional Humanitario.
Iglesia católica de Gaza convertida en refugio
La Iglesia de la Sagrada Familia, ubicada en el centro de Gaza, no solo cumplía funciones religiosas: se había transformado en un espacio humanitario donde convergían diversas comunidades, incluidas personas mayores, mujeres, niños y personas con discapacidad.

Según el director interino del hospital Al-Ahli, Fadel Naem, el recinto brindaba protección a familias enteras, muchas de las cuales habían perdido sus hogares debido a los incesantes bombardeos. El ataque no solo alcanzó la iglesia católica de Gaza, sino que destruyó parte de su estructura, dejando expuestos a cientos de refugiados que creían haber encontrado un espacio seguro.
Medios locales confirmaron que entre los fallecidos se encuentran un conserje de 60 años y una mujer de 84 que recibía atención psicosocial. Además, varios heridos fueron trasladados de urgencia al hospital, incluyendo mujeres y menores de edad. El padre Gabriele Romanelli, párroco del templo y figura cercana del Papa, resultó herido y continúa recuperándose.
Respuesta del Vaticano y condena internacional
Tras conocerse el ataque, el Vaticano condenó de manera enérgica lo ocurrido. A través de un comunicado firmado por el cardenal Pietro Parolin en nombre del Papa León XIV, se expresó una «profunda tristeza» por las víctimas del ataque y se renovó el llamado urgente a un alto al fuego inmediato en Gaza.
Telegramma del Santo Padre a firma del Cardinale Segretario di Stato, Pietro Parolin, per le vittime dell'attacco militare alla Chiesa della Sacra Famiglia a Gaza. pic.twitter.com/Vk4VAN6yxC
— Segreteria di Stato della Santa Sede (@TerzaLoggia) July 17, 2025
El papa también manifestó su cercanía espiritual con el padre Romanelli. El fallecido papa Francisco mantenía conversaciones casi diarias desde el inicio del conflicto, interesándose por la situación de los refugiados dentro de la iglesia católica de Gaza. El vínculo personal del pontífice con esta parroquia, sumado a la naturaleza civil del objetivo atacado, ha provocado una gran indignación en círculos religiosos, diplomáticos y de defensa de los derechos humanos.
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, culpó directamente a Israel por lo ocurrido, declarando que “ninguna acción militar puede justificar ataques contra la población civil” y que el bombardeo de una iglesia “es moralmente inaceptable y jurídicamente reprochable.”
I raid israeliani su Gaza colpiscono anche la chiesa della Sacra Famiglia. Sono inaccettabili gli attacchi contro la popolazione civile che Israele sta portando avanti da mesi. Nessuna azione militare può giustificare un tale atteggiamento.
— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) July 17, 2025
Israel reconoce el ataque, pero alega «daños colaterales»
El ejército israelí reconoció haber causado daños a la iglesia católica de Gaza, pero asegura que fue un «error» en medio de operaciones militares contra objetivos de Hamás, a quienes acusa de utilizar zonas civiles como escudos. Sin embargo, las imágenes de destrucción y las declaraciones de testigos contradicen esta versión, mostrando un ataque directo y localizado sobre un lugar de culto.
The IDF is aware of reports regarding damage caused to the Holy Family Church in Gaza City and casualties at the scene. The circumstances of the incident are under review
— Israel Defense Forces (@IDF) July 17, 2025
The IDF makes every feasible effort to mitigate harm to civilians and civilian structures, including…
A través de redes sociales, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel publicó una inusual disculpa, expresando su «profundo pesar» por los hechos. No obstante, organizaciones de derechos humanos exigen más que lamentos. La impunidad frente a ataques a infraestructuras civiles como escuelas, hospitales y ahora templos religiosos, está socavando los principios básicos del derecho de guerra.
El Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén, cuya iglesia también sufrió ataques previos, calificó el bombardeo como “una violación flagrante de la dignidad humana y de los convenios internacionales que protegen a los lugares religiosos en tiempos de conflicto.”

De acuerdo con el Departamento de Estado de EE. UU., solo mil cristianos viven actualmente en Gaza, en su mayoría ortodoxos griegos, aunque también hay católicos romanos. A pesar de su pequeña presencia, la comunidad cristiana ha sido un símbolo de convivencia interreligiosa y de resistencia pacífica.
La iglesia católica de Gaza se convirtió en refugio también para musulmanes, reflejo de una solidaridad humanitaria frente al sufrimiento común. Sin embargo, estos espacios ahora también se convierten en blancos. La persecución a minorías religiosas, aunque indirecta, revela el alto grado de desprotección de las poblaciones vulnerables en medio de operaciones militares sin límites visibles.
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