Más de 160 palestinos fueron asesinados en las últimas horas en la Franja de Gaza, principalmente en la zona norte del enclave, como resultado de una serie de bombardeos aéreos lanzados por el ejército israelí. La ofensiva, que tuvo lugar durante la madrugada y continuó hasta entrada la noche, afectó principalmente áreas residenciales densamente pobladas en Jabalia y sus alrededores, dejando decenas de viviendas destruidas y cientos de heridos. Las autoridades palestinas y el personal médico en el lugar confirmaron que la mayoría de las víctimas eran civiles, incluidos mujeres, niños y bebés.
Ataques israelíes a hospitales en Gaza
En medio de la escalada de violencia en Gaza, Israel atacó el Hospital Europeo, ubicado en Khan Younis, al sur del enclave, dejando al menos 28 personas muertas, según la agencia de defensa civil. La intensidad del bombardeo fue tal que varios cuerpos quedaron esparcidos en la zona, dificultando su recuperación. Además, una segunda ola de misiles impactó el área para impedir las labores de rescate, y las autoridades locales denunciaron que el ejército atacó deliberadamente a quienes intentaban ayudar a los heridos.
Israel justificó el ataque afirmando haber destruido un “centro de comando de Hamás” debajo del hospital, sin presentar evidencia que respalde esta versión. También llevó a cabo un “ataque selectivo” contra el Complejo Médico Nasser en Khan Younis, donde murieron dos personas, entre ellas el periodista palestino Hassan Eslaih.

Por otro lado, el hospital Indonesio, situado en el norte de Gaza, confirmó que entre los fallecidos por los ataques nocturnos contra complejos habitacionales se encontraban 22 niños y 15 mujeres. Paralelamente, el hospital al Awda reportó haber recibido los cadáveres de otras nueve personas, siete de ellas menores de edad.
Ambos centros de salud enfrentan una situación crítica: operan al límite debido a la escasez de insumos médicos, la falta de electricidad por el bloqueo y la imposibilidad de evacuar a los heridos en medio del asedio constante. En un audio compartido con la BBC, el director del hospital al Awda expresó la desesperación del personal: ‘No tenemos combustible, ni agua, ni medicamentos suficientes. Ya cerramos varias salas. Estamos a minutos del colapso total’.
Estos ataques y la crisis en los centros médicos agravan la tragedia que vive Gaza, donde en solo 24 horas han muerto más de 100 personas por los bombardeos israelíes, mientras la comunidad internacional sigue sin actuar con contundencia.
El pretexto militar y la pasividad internacional
El ejército declaró que los ataques fueron una represalia por el lanzamiento reciente de cohetes por parte de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, y afirmó haber dirigido los bombardeos contra supuestos “objetivos terroristas”. Sin embargo, las cifras y los testimonios en terreno contradicen la versión oficial, ya que la mayoría de los impactos se concentraron en zonas civiles sin presencia de infraestructura militar aparente.
Los bombardeos coincidieron con la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la región. Su paso por Oriente Medio no estuvo acompañado de ninguna condena formal ni llamado al cese de hostilidades, lo que alimentó críticas sobre su postura en el conflicto.
Gaza supera los 53,000 muertos
Con esta nueva ola de ataques, la cifra de muertos en Gaza desde el inicio del conflicto supera ya los 53,000, de los cuales una proporción alarmante corresponde a población civil. La comunidad internacional se ha limitado a expresar ‘preocupación’, mientras las organizaciones humanitarias denuncian que se les impide ingresar al territorio con ayuda urgente.
Mientras el fuego no cesa, las familias entierran a sus muertos en patios improvisados, sin tiempo para el duelo ni espacio para la esperanza. Lo que está ocurriendo en Gaza no es un ‘daño colateral’, sino un castigo colectivo que se desarrolla a plena luz del día, frente a la indiferencia del mundo.
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