El cantante iraní Mehdi Yarrahi fue castigado con 74 latigazos en Teherán tras haber sido condenado por interpretar una canción de protesta en contra del velo obligatorio para las mujeres iraníes. El castigo se ejecutó en febrero de este año, luego de que el artista fuera arrestado en agosto de 2023 por lanzar Roosarito, una composición que se convirtió en un símbolo del movimiento ‘Mujer, Vida, Libertad’. Su caso ha provocado gran indignación a nivel internacional, ya que evidencia la creciente represión del régimen iraní contra quienes desafían sus estrictas normas.
La música como arma de resistencia en Irán
El poder de la música trasciende fronteras, pero en Irán puede significar una sentencia. Mehdi Yarrahi, conocido por sus letras de protesta, ha sido víctima de la brutalidad del gobierno tras expresar su apoyo a la lucha de las mujeres iraníes. Su canción no solo cuestionaba la imposición del velo islámico, sino que también denunciaba la falta de libertades individuales en el país.
Su detención en 2023 marcó un nuevo episodio de persecución contra artistas y activistas. La República Islámica ha intensificado la censura, castigando con cárcel y castigos físicos a quienes se atreven a desafiar sus normas.
La condena y la ejecución de la sentencia
Inicialmente, Mehdi Yarrahi fue sentenciado a dos años y ocho meses de prisión, además de una multa económica y la prohibición de realizar cualquier actividad artística. Sin embargo, debido a problemas de salud, su sentencia fue modificada en febrero de 2025, otorgándole arresto domiciliario con un grillete electrónico. A pesar de esta medida, el régimen impuso una condición inquebrantable: antes de su liberación debía recibir los 74 latigazos.
A través de su cuenta en X (antes Twitter), el cantante dejó en claro que no apelaría para evitar la flagelación:
‘Han traído vidrio para romper nuestra piedra. Gracias por su apoyo constante, queridos, y por la sincera compañía de mis respetados abogados. Quien no está dispuesto a pagar el precio de la libertad, no la merece. Les deseo libertad’.
Estas palabras reafirmaron su compromiso con la libertad de expresión y con el movimiento ‘Mujer, Vida, Libertad’, lo que lo convirtió en un símbolo de resistencia para muchas personas dentro y fuera del país.
La violencia estatal y la represión en Irán
El régimen iraní sigue aplicando castigos físicos como los latigazos y amputaciones, a pesar de las múltiples denuncias de organismos internacionales de derechos humanos. Aunque el país firmó la Convención contra la Tortura en 1985, nunca la ha ratificado, lo que le permite seguir imponiendo penas inhumanas.
El caso de Mehdi Yarrahi no es aislado. Activistas, periodistas y ciudadanos que cuestionan al régimen enfrentan la misma suerte, en un intento del gobierno por acallar cualquier forma de disidencia. La brutalidad de estos castigos ha sido condenada por Amnistía Internacional, Human Rights Watch y diversas figuras del ámbito político y cultural.
Reacciones internacionales y apoyo a Mehdi Yarrahi
El castigo a Mehdi Yarrahi ha generado indignación en la comunidad internacional. La activista y Premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi denunció la flagelación como una venganza del régimen por su apoyo a las mujeres iraníes:
‘Cada latigazo en el cuerpo de Mehdi es un golpe contra las mujeres orgullosas y resistentes de Irán, y contra el alma floreciente del movimiento ‘Mujer, Vida, Libertad’’.
La presión internacional ha ido en aumento, exigiendo al gobierno iraní que detenga la represión contra artistas y activistas. Sin embargo, las autoridades siguen implementando medidas drásticas para sofocar cualquier muestra de resistencia.
El castigo contra Mehdi Yarrahi ha evidenciado la feroz censura que persiste en Irán. Sin embargo, lejos de silenciarlo, su mensaje ha trascendido fronteras y ha fortalecido la causa que defiende. A pesar de la brutalidad del régimen, su música sigue siendo un llamado a la resistencia y a la lucha por un país donde la libertad de expresión no sea castigada con latigazos.
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