El ministro talibán de Asuntos Exteriores de Afganistán, Mohammad Abbas Stanikzai, abandonó el país y se dirigió a Dubái, Emiratos Árabes Unidos, después de que el líder supremo talibán, Hibatullah Akhundzada, ordenara su arresto. Su huida ocurrió tras un discurso pronunciado el 20 de enero en la provincia de Khost, donde condenó la prohibición que impide a millones de niñas acceder a la educación secundaria y universitaria. La decisión de Stanikzai de desafiar públicamente la política del régimen ha desatado especulaciones sobre divisiones internas en el gobierno talibán.
🇦🇫 | #URGENTE: El viceministro talibán Mohammad Abbas Stanikzai huye de Afganistán tras criticar la prohibición de la educación para niñas. Su huida a Dubái pone de relieve las crecientes tensiones internas dentro del régimen talibán. #Afganistán #Talibanes #DerechosHumanos… pic.twitter.com/c1EkmG0kKq
— Historiente (@historiente) February 6, 2025
Un discurso que desafió la prohibición impuesta por los talibanes
Durante la ceremonia de graduación en Khost, Stanikzai rompió con la postura oficial del gobierno y afirmó que la restricción sobre la educación femenina es injustificable. En su discurso, destacó que en la historia del Islam, las mujeres siempre han tenido acceso al conocimiento, desafiando directamente la narrativa del régimen.
«No hay justificación para esta prohibición, ni ahora ni en el futuro», declaró el ministro, subrayando que se está privando a 20 millones de niñas afganas de su derecho a la educación.
Este mensaje generó un fuerte impacto dentro del gobierno talibán, que desde su regreso al poder en 2021 ha impuesto severas restricciones a los derechos de las mujeres.
¿Quién es Mohammad Abbas Stanikzai?
Mohammad Abbas Stanikzai es un destacado viceministro de Asuntos Exteriores en el gobierno talibán y uno de los miembros más influyentes del régimen en Afganistán. Nacido en Afganistán, Stanikzai fue uno de los principales negociadores talibanes durante las conversaciones de paz con Estados Unidos previas a la toma del poder en 2021. A lo largo de su carrera, se ha ganado la reputación de ser un firme defensor de las políticas conservadoras del grupo, especialmente en temas relacionados con la religión y la educación.

Sin embargo, a pesar de su alineación con el liderazgo talibán, en los últimos tiempos ha mostrado discrepancias públicas con algunas de las decisiones más controvertidas del régimen, como la prohibición de la educación para las niñas. Su reciente discurso en Khost, donde defendió el derecho de las niñas a la educación, ha puesto en evidencia sus tensiones internas con el liderazgo talibán, lo que le costó su huida a Dubái.
Stanikzai es una figura clave en el gobierno talibán, pero su crítica abierta al régimen podría marcar un cambio significativo en la política interna de Afganistán.
Represalias inmediatas y huida forzada del ministro talibán
Las palabras de Stanikzai no quedaron sin consecuencias. Horas después de su discurso, el líder supremo talibán ordenó su arresto y le prohibió salir de Afganistán. Sin embargo, el viceministro logró escapar y refugiarse en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, desde donde justificó su salida alegando motivos de salud.

Fuentes cercanas al gobierno afirman que su vida corría peligro, ya que desafiar públicamente las políticas del régimen se considera una traición. El silencio de las autoridades talibanas sobre el caso ha aumentado las sospechas de que existen divisiones internas en el liderazgo del país.
El declive de los derechos de las mujeres en Afganistán
Desde que los talibanes retomaron el poder, han impuesto medidas extremas contra las mujeres, prohibiéndoles estudiar, trabajar y participar en la vida pública. La comunidad internacional ha condenado estas acciones, calificándolas de crímenes de lesa humanidad.
En enero, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional solicitó órdenes de arresto contra Akhundzada y otros altos funcionarios por la persecución sistemática de mujeres y niñas en Afganistán.
¿Se avecina una fractura en el régimen talibán?
La salida de Stanikzai pone en evidencia que no todos dentro del régimen están de acuerdo con la opresión de las mujeres. Su exilio podría motivar a otros líderes a cuestionar la línea dura impuesta por Akhundzada, generando una posible crisis interna.

Mientras el mundo sigue de cerca los acontecimientos en Afganistán, la gran incógnita es si este hecho marca el inicio de una resistencia dentro del régimen o si el gobierno logrará sofocar cualquier intento de disidencia.
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