Pakistán aprueba ley histórica que prohíbe el matrimonio infantil

Pakistán prohíbe el matrimonio infantil y castiga como 'delito sexual' la convivencia entre adultos y menores: una ley sin precedentes que podría transformar el destino de miles de niñas
Pakistán prohíbe el matrimonio infantil y castiga como 'delito sexual' la convivencia entre adultos y menores: una ley sin precedentes que podría transformar el destino de miles de niñas

El Senado de Pakistán aprobó una nueva ley que prohíbe el matrimonio infantil y considera la convivencia entre adultos y menores como delito sexual. La legislación fue ratificada en Islamabad, la capital del país y fue impulsada por parlamentarios y activistas por los derechos humanos, con amplio respaldo de organizaciones civiles. La aprobación ocurrió a finales de mayo de 2025, marcando un cambio legal sin precedentes.

Un paso legal que podría cambiar el destino de miles de niñas

Pakistán, un país con arraigadas prácticas tradicionales, ha dado un giro histórico al adoptar una legislación que establece como delito el matrimonio infantil y penaliza la convivencia con menores como violación legal. Esta ley fija la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años, tanto para mujeres como para hombres, con penas de hasta siete años de prisión y multas elevadas para quienes transgredan esta norma.

Ceremonia matrimonial pakistaní

La decisión, tomada en el Senado, fue aplaudida por sectores progresistas, pero también ha generado controversia en regiones conservadoras, donde estas prácticas aún son vistas como parte de la cultura.

Matrimonio infantil: Una práctica aún común en regiones rurales

De acuerdo con cifras de UNICEF, en Pakistán una de cada cuatro niñas se casa antes de los 18 años. Esta realidad se ha visto especialmente reflejada en áreas rurales donde el acceso a la educación, la salud y la justicia es limitado.

En la provincia de Sindh ya existía una ley similar desde 2014, pero en el resto del país aún se permitía el matrimonio de menores. La nueva legislación busca unificar el criterio a nivel nacional, en línea con las recomendaciones de organismos internacionales de derechos humanos.

¿Qué contempla la nueva ley en Pakistán?

Con esta reforma, Pakistán introduce disposiciones clave que sientan precedente en la región:

  • La edad mínima legal para casarse se fija en 18 años para ambos sexos.
  • La convivencia entre un adulto y un menor fuera del vínculo parental será considerada delito sexual.
  • Se aplicarán penas de prisión de hasta siete años y multas significativas a infractores.
  • Aquellos que organicen o faciliten matrimonios con menores también podrán ser procesados.

Esta legislación fue promovida principalmente por mujeres parlamentarias, algunas de ellas con historias personales marcadas por abusos, lo que le otorgó una dimensión aún más humana y urgente.

Reacciones: Entre el apoyo y el escepticismo

Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han calificado la ley como “un avance crucial para proteger a las niñas pakistaníes”. Por su parte, el obispo Samson Shukardin, presidente de la Iglesia Anglicana de Pakistán, manifestó su respaldo al afirmar que esta ley “protegerá a niñas de matrimonios forzados y conversiones religiosas”.

Sin embargo, algunos sectores conservadores han advertido que la aplicación de la ley podría toparse con resistencia social. En muchas zonas rurales, las prácticas tradicionales siguen prevaleciendo sobre el marco legal, y el desconocimiento o la falta de voluntad política podría hacer que esta ley quede en letra muerta.

Sobia, una niña pakistaní, fue víctima del matrimonio infantil al casarse a los 13 años. Apenas un año después, a los 14, se convirtió en madre
Sobia, una niña pakistaní, fue víctima del matrimonio infantil al casarse a los 13 años. Apenas un año después, a los 14, se convirtió en madre

Desde una perspectiva internacionalista, esta reforma posiciona a Pakistán como un país que comienza a responder a los tratados y recomendaciones internacionales, como la Convención sobre los Derechos del Niño y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

No obstante, persiste la pregunta clave: ¿Una ley puede transformar una práctica ancestral sin un acompañamiento educativo, institucional y cultural real? La experiencia de otras naciones muestra que la legislación es apenas el primer paso de una lucha más compleja.

Un avance que requiere compromiso a largo plazo

La prohibición del matrimonio infantil y la criminalización de la convivencia con menores como delito sexual son avances que deben celebrarse. Sin embargo, su implementación exigirá no solo recursos, sino también voluntad política, campañas educativas, y acompañamiento comunitario.

Pakistán tiene ahora la oportunidad de convertirse en un ejemplo regional en la protección de los derechos de la infancia. La historia juzgará si esta ley fue el inicio de un verdadero cambio o una medida simbólica más.

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