Pakistán lanza el misil Abdali en plena crisis con India

Pakistán prueba el misil Abdali durante maniobras militares, en plena escalada con India tras el ataque en Cachemira
Pakistán prueba el misil Abdali durante maniobras militares, en plena escalada con India tras el ataque en Cachemira

Pakistán llevó a cabo una prueba del misil Abdali este 3 de mayo de 2025 en su territorio, en medio de maniobras militares que coinciden con un deterioro crítico de las relaciones con India, tras el atentado en Cachemira que dejó 26 muertos. Aunque el Gobierno paquistaní insiste en que se trata de un ejercicio técnico rutinario, el contexto político y las reacciones paralelas desde Nueva Delhi revelan una posible escalada militar entre dos potencias nucleares con un largo historial de confrontación.

Cachemira: El epicentro de la nueva escalada diplomática

El trasfondo inmediato que contextualiza esta maniobra militar es el ataque perpetrado el pasado 22 de abril en Cachemira administrada por India, donde murieron 26 turistas. Nueva Delhi responsabilizó directamente a grupos insurgentes supuestamente vinculados con Islamabad, sin presentar pruebas públicas hasta el momento. Pakistán negó de forma categórica cualquier implicación y denunció una campaña de desprestigio sin fundamentos.

Militares de la India entran a la zona del ataque armado en Cachemira
Militares de la India entran a la zona del ataque armado en Cachemira

A raíz del ataque armado, el Gobierno indio adoptó una serie de medidas unilaterales de represalia, incluyendo la prohibición de importaciones desde Pakistán, la expulsión de diplomáticos, la suspensión de visados bilaterales y el cierre parcial del espacio aéreo. También trascendió que India estaría presionando a instancias internacionales para reincorporar a Pakistán en la lista gris del GAFI, una estrategia que busca aislar económicamente a su vecino por presuntos vínculos con el financiamiento del terrorismo.

Militarización paralela: Señales cruzadas en tierra y mar

El misil tierra-tierra, llamado Sistema de Armas Abdali, con un alcance de 450 kilómetros (280 millas), fue probado con éxito como parte de un ejercicio el sábado, dijo el gobierno de Pakistán. Según el mismo gobierno el lanzamiento del misil Abdali tuvo como propósito probar su precisión técnica y la preparación de las tropas, destacando su capacidad nuclear y convencional. Nombrado en honor a Ahmad Shah Abdali, fundador del Afganistán moderno, el ensayo recibió el respaldo público del presidente Zardari y el primer ministro Sharif, quienes felicitaron al equipo detrás de la operación.

La prueba del misil Abdali no fue un hecho aislado. Coincide con maniobras militares de gran escala en ambos países. Mientras Pakistán ejecutaba simulacros con armamento avanzado cerca de la frontera oriental, la Armada india realizaba ejercicios en el Mar Arábigo, frente a la costa de Gujarat, dentro de su Zona Económica Exclusiva.

De acuerdo con fuentes de defensa citadas por medios oficiales, los ejercicios navales indios incluyeron pruebas de misiles de largo alcance y prácticas de ataque ofensivo. Esta sincronía en los movimientos militares de ambas partes, lejos de apaciguar las tensiones, ha incrementado la posibilidad de un error de cálculo con consecuencias imprevisibles.

Reacciones internacionales y riesgo geopolítico

El silencio de las principales potencias globales frente a esta nueva escalada ha generado inquietud. La creciente hostilidad entre ambos países podría desestabilizar todo el sur de Asia, en un momento en que la atención global está dispersa en múltiples frentes geopolíticos, desde el Indo-Pacífico hasta Europa Oriental.

Organismos multilaterales como las Naciones Unidas aún no han intervenido de forma significativa, y la ausencia de canales diplomáticos bilaterales efectivos dificulta cualquier intento de mediación. La falta de diálogo y el lenguaje de la fuerza como única herramienta comunicativa amenazan con transformar una crisis contenida en un conflicto abierto.

Una advertencia disfrazada de ensayo técnico

Si bien el discurso oficial de Islamabad insiste en la naturaleza rutinaria del lanzamiento del misil Abdali, el momento elegido, el contexto estratégico y la carga simbólica del acto lo convierten en una declaración de principios: Pakistán está dispuesto a mostrar su capacidad de respuesta, aun bajo presión internacional.

Este tipo de ensayos no son solo pruebas de laboratorio. Funcionan como mensajes codificados hacia el adversario, pero también hacia el mundo. Reflejan las tensiones estructurales que persisten en la región desde hace décadas, y que, lejos de resolverse, se reactivan cíclicamente ante cada provocación o vacío diplomático.

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