Premio Sájarov 2025 | El Parlamento Europeo anunció este miércoles 22 de octubre que los periodistas encarcelados Andrzej Poczobut en Bielorrusia y Mzia Amaghlobeli en Georgia fueron galardonados por su defensa de la libertad de prensa y los derechos humanos en contextos de represión y censura. Ambos comunicadores se han convertido en símbolos de resistencia: Poczobut permanece detenido en Bielorrusia y a su familia se le niegan las visitas, mientras que Amaghlobeli ha enfrentado torturas, insultos y amenazas, e incluso estuvo más de 30 días en huelga de hambre.
Andrzej Poczobut y Mzia Amaghlobeli: periodistas y defensores de la libertad de prensa

Andrzej Poczobut, de 52 años, es un periodista y activista bielorruso perteneciente a la minoría polaca del país, un colectivo de unas 300.000 personas. Durante su trayectoria como corresponsal del periódico polaco Gazeta Wyborcza, ha sido detenido en reiteradas ocasiones por cubrir y denunciar la represión del régimen de Alexander Lukashenko. En 2021 fue encarcelado y condenado a ocho años de prisión; según explica el Parlamento Europeo, actualmente se desconoce su estado y a su familia se le niegan las visitas, lo que evidencia la persecución sistemática contra la prensa independiente en Bielorrusia y la criminalización del periodismo crítico.

Por su parte, Mzia Amaghlobeli fue detenida este año por participar en protestas contra el presidente Mijaíl Kavelashvili de Georgia y condenada a dos años de prisión. La Eurocámara ha señalado que su detención responde a motivaciones políticas, convirtiéndola en la primera presa política del país en un contexto de deterioro de sus instituciones democráticas y acercamiento al régimen. Durante su encarcelamiento, Amaghlobeli ha estado más de 30 días en huelga de hambre, ha sido obligada a comer, y ha denunciado torturas, insultos y amenazas por parte del jefe de policía, mostrando la gravedad de la represión en Georgia y la vulneración de los derechos humanos.

Ambos periodistas eran los grandes favoritos para recibir el Premio Sájarov 2025 por la Libertad de Conciencia, con candidaturas avaladas por el Partido Popular Europeo (PPE) y el grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). La nominación de Poczobut destacó su papel como figura simbólica de la libertad y la democracia en Bielorrusia, mientras que la de Amaghlobeli resaltó su condición de símbolo de las protestas prodemocráticas contra el régimen de Sueño Georgiano tras las elecciones de 2024. Su reconocimiento no solo honra su valentía, sino que envía un mensaje firme sobre la necesidad de proteger la libertad de prensa y los derechos humanos frente a la represión política.
Represión y censura en Europa oriental
Europa del Este enfrenta una de sus peores crisis de libertad de prensa y derechos humanos en décadas. En Bielorrusia, el régimen de Alexander Lukashenko, conocido como el “último dictador de Europa”, mantiene un control férreo sobre los medios de comunicación independientes y persigue sistemáticamente a periodistas y activistas críticos. Tras las protestas masivas de 2020, miles de opositores fueron arrestados, cientos de medios fueron clausurados y la sociedad civil sufrió una represión sin precedentes, evidenciando un patrón sistemático de censura y violaciones a los derechos humanos.

En Georgia, el panorama también es preocupante. El partido gobernante Sueño Georgiano ha sido acusado de socavar la independencia judicial y restringir la libertad de prensa. La detención de Mzia Amaghlobeli, junto con otras acciones contra periodistas y medios críticos, refleja un retroceso democrático en un país candidato a la Unión Europea. Las elecciones presidenciales de diciembre de 2024, boicoteadas por la oposición, pusieron en evidencia la erosión de instituciones democráticas y la creciente influencia de actores autoritarios en la política interna.
La represión y la censura se han convertido en herramientas de control político en varios países de la región, donde informar la verdad puede implicar prisión, amenazas o tortura. La elección de Poczobut y Amaghlobeli como ganadores del Premio Sájarov 2025 subraya la importancia de visibilizar estas violaciones y proteger a quienes arriesgan su libertad para mantener viva la democracia y los derechos humanos en Europa del Este.
Finalistas del Premio Sájarov: periodistas, activistas y opositores alrededor del mundo
El Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, otorgado por el Parlamento Europeo desde 1988, reconoce a personas u organizaciones que defienden los derechos humanos y las libertades fundamentales frente a la opresión y la injusticia. Nombrado en honor al físico y disidente soviético Andréi Sájarov, el galardón busca visibilizar luchas por la democracia, la paz y los derechos civiles en todo el mundo, destacando tanto a individuos como a colectivos que arriesgan su seguridad en favor de estas causas.

Además de los ganadores, este año la terna de finalistas incluyó a los trabajadores humanitarios y periodistas en Palestina, una candidatura presentada por los grupos de izquierda del Parlamento Europeo, Socialistas y Demócratas y La Izquierda. La propuesta destacaba a organizaciones que han trabajado directamente en la región del conflicto en Oriente Próximo y que han sufrido bajas mortales, como World Central Kitchen, la organización del chef español José Andrés, la Media Luna Roja palestina y la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
Completaban el trío de finalistas los estudiantes serbios, que desde noviembre pasado mantienen protestas encadenadas contra el presidente Aleksandar Vučić, movilizaciones que surgieron tras el derrumbe del techo de la estación de ferrocarril de Novi Sad, un hecho vinculado por muchos a la corrupción en el país, y cuya candidatura fue impulsada por los liberales de Renew.

No es la primera vez que el Parlamento Europeo reconoce a figuras de la oposición. En 2020, otorgó el Premio Sájarov a la libertad de conciencia a las tres mujeres que lideraron la resistencia al régimen de Lukashenko en Bielorrusia: Svetlana Tikhanóvskaya, María Kolesnikova y Verónika Tsepkalo. En 2024, el galardón recayó en los opositores venezolanos Edmundo González y María Corina Machado, en lo que fue un anticipo de la posterior concesión del Premio Nobel de la Paz a Machado por “su incansable labor en defensa de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela”.
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