La mañana de este lunes 23 de junio, un ataque aéreo atribuido an Israel alcanzó varias instalaciones en Teherán, entre ellas la infame prisión de Evin, donde se encuentran recluidos presos políticos, activistas y ciudadanos extranjeros. Las autoridades iraníes confirmaron daños en la entrada del penal y en estructuras aledañas.
El ataque a la prisión de Evin
Israel afirmó que su objetivo era golpear instalaciones clave del régimen iraní y cuerpos de seguridad internos. La prisión de Evin, conocida por albergar a figuras opositoras y personas detenidas por motivos políticos desde la Revolución Islámica de 1979, fue una de las estructuras afectadas.
Imágenes de cámaras de seguridad y grabaciones difundidas por televisión estatal mostraron una explosión en una de las puertas de entrada a la prisión, seguida de una respuesta de emergencia por parte de los equipos de rescate. Testigos en la zona reportaron daños estructurales menores
La agencia de noticias judicial iraní Mizan confirmó que hubo una explosión en una de las puertas de la prisión, y que la situación está “bajo control”. Imágenes transmitidas por la televisión estatal muestran a socorristas asistiendo a heridos y buscando sobrevivientes entre escombros de un edificio aplanado cercano.
La respuesta iraní y condenas de organismos
El gobierno iraní calificó el ataque como una “violación grave del derecho internacional” y advirtió de una “respuesta dolorosa”. No se ofrecieron detalles sobre víctimas dentro del penal, ni sobre el estado de los presos políticos.
Las organizaciones de derechos humanos, incluida la Federación Internacional de Periodistas (IFJ), han condenado el ataque, recordando que las instalaciones civiles y de prensa no deben ser blanco militar bajo ninguna circunstancia. En vez de proteger a los civiles, este tipo de ofensivas puede destruir espacios simbólicos de resistencia interna y dejar a los más vulnerables en el fuego cruzado.
Evin, símbolo de represión y encarcelamiento político
La prisión de Evin, en el norte de Teherán, es conocida por albergar a presos políticos, activistas y periodistas desde 1979. Diversas organizaciones han denunciado torturas y condiciones inhumanas en sus instalaciones.
El reciente ataque israelí que dañó una de sus entradas fue presentado como una acción contra las estructuras represivas del régimen. Sin embargo, ha generado críticas por poner en riesgo a personas detenidas sin haber activado protocolos humanitarios.
Varias voces de la diáspora iraní, así como defensores de derechos humanos, han cuestionado públicamente la utilidad del ataque en términos de protección de la población. Señalan que, sin un plan para garantizar la seguridad de los reclusos, se expone a personas vulnerables a mayores riesgos, y se dificulta la labor de quienes llevan años documentando abusos desde el terreno.
La información sobre este ataque continúa desarrollándose y será actualizada conforme surjan nuevos datos.
