En Corea del Sur, un perro llamado ‘Pudding’ ha capturado la atención mundial tras ser visto, de manera recurrente, visitando su casa y esperando a sus dueños, quienes fallecieron en el trágico accidente aéreo de Jeju ocurrido el pasado 29 de diciembre. Este gesto, cargado de simbolismo, ha despertado tanto interés mediático como empatía entre quienes conocen su historia.
El accidente aéreo de Jeju
El vuelo 2216 de Jeju Air se estrelló en el Aeropuerto Internacional de Muan, Corea del Sur, mientras intentaba aterrizar. Este trágico accidente cobró la vida de 179 personas, entre ellas, los nueve miembros de la familia de ‘Pudding’. Lo que inicialmente debía ser un viaje para celebrar el 80.º cumpleaños del abuelo y dueño de ‘Pudding’, se transformó en una tragedia que conmovió profundamente a la comunidad entera.

El hachiko surcoreano
En medio de la devastación, la figura de ‘Pudding’, el perro blanco de la familia, se transformó en un símbolo de fidelidad y pérdida. Tras la tragedia, el animal quedó solo en la casa vacía, sin entender lo sucedido. Cada vez que un coche pasaba, corría hacia él, con la esperanza de que fuera su familia regresando a casa. «El perro continuaba vagando por la vivienda y la calle, ansioso por ver a sus dueños nuevamente», informó Chosun News Channel. Los vecinos intentaron brindarle consuelo, pero ‘Pudding’ siempre volvía a su hogar, como si esperará que sus seres queridos regresaran.

El perro que perdió a nueve miembros de su familia en un accidente aéreo en Corea del Sur busca un nuevo hogar, según los rescatistas. «Hay muchas personas que lloran la pérdida de la familia y desean ayudar a Pudding’ adoptándolo», comentó la organización surcoreana que acogió al can.
Búsqueda de un hogar
Según Coexistence of Animal Rights on Earth (Care Korea), Pudding’ perdió a nueve miembros de su familia cuando el vuelo 7C2216 de Jeju Air, un avión que transportaba 175 pasajeros y seis miembros de la tripulación desde Bangkok, Tailandia, a Corea del Sur, se salió de la pista tras aterrizar y chocó contra una valla de hormigón en el aeropuerto.

La organización de rescate animal en Corea del Sur agregó en sus redes sociales el 31 de diciembre que la familia de Pudding’ había viajado a Tailandia para celebrar el cumpleaños de un miembro de la familia. «Nunca regresaron», escribió la organización. «Y la casa vacía que dejaron atrás estaba marcada por el perro de su nieta de cinco años, Pudding’. El perro se quedaba mirando cada coche que pasaba por el pueblo, mientras los lugareños lo alimentaban con compasión por la pérdida de su familia».
La organización explicó que determinó que Pudding «estaba en peligro vagando por la ciudad sin un guardián», por lo que intervino para cuidar al perro hasta encontrarle un «nuevo hogar adecuado». En una actualización publicada el 2 de enero, la organización detalló cómo Pudding llegó a su cuidado, indicando que uno de sus trabajadores recibió un informe sobre el cachorro «sentado en los escalones frente a su casa, mirando los autos que iban y venían».
El trabajador de la organización recibió una llamada de uno de los familiares sobrevivientes de Pudding, quien no vivía cerca, pero permitió que Care Korea se hiciera cargo del perro. Con su consentimiento, la organización trasladó a Pudding a un hospital veterinario en Seúl para que pudiera recuperarse, según informó The Straits Times.

Care Korea también detalló que la familia restante de Pudding, que aún atraviesa un gran dolor, preguntó si el perro podría ser adoptado, con el objetivo de asegurarse de que encontrara un hogar lleno de amor. Así, la organización abrió recientemente un proceso de adopción para aquellas familias interesadas en brindar un nuevo hogar a Pudding.
Junto al mensaje, Care Korea compartió un video del perro vagando por las calles del vecindario donde vivía la familia, caminando cerca de la carretera. El clip también muestra a Pudding bajo el cuidado del personal de la organización.
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