Sergio Toribio, activista español y defensor de causas humanitarias, fue detenido en la madrugada de este lunes 9 de junio de 2025 en aguas internacionales del Mediterráneo por fuerzas israelíes, junto a otros once tripulantes del barco Madleen, entre ellos la conocida ambientalista sueca Greta Thunberg.
Una misión pacífica interrumpida con fuerza militar
El barco Madleen zarpó con destino a Gaza desde un puerto turco, con el propósito de entregar suministros esenciales en una zona devastada por el bloqueo y la guerra. La intervención israelí ocurrió en aguas internacionales, lo que ha sido denunciado por la organización Freedom Flotilla Coalition como una violación al derecho marítimo internacional. Según los testimonios de los organizadores, la tripulación fue incomunicada tras un asalto a bordo durante la madrugada, realizado por comandos armados.
La relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, denunció que drones israelíes habrían arrojado pintura blanca sobre la cubierta del barco como parte de una estrategia de intimidación. Poco después, comenzaron a circular imágenes que mostraban a los activistas sentados, con chalecos salvavidas y las manos en alto, rodeados por soldados.
Quién es Sergio Toribio? Un perfil de compromiso social y ambiental
Sergio Toribio es ingeniero de formación, pero ha dedicado buena parte de su vida a labores de rescate y ayuda humanitaria. Ha colaborado con organizaciones como Sea Watch, SOS Humanity y Sea Shepherd, actuando en misiones en el Mediterráneo para asistir a personas migrantes en situación de riesgo. En 2021 fue condenado en Dinamarca por su participación en una protesta contra la caza de ballenas en las Islas Feroe.

Antes de zarpar, Toribio grabó un video anticipando un posible ataque: “Si estás viendo esto, es porque fui interceptado y secuestrado por las fuerzas israelíes”, declaró con firmeza. Desde siempre ha dejado claro que sus acciones son parte de un compromiso ético: “Salvar vidas nunca será un delito”, afirmó en una entrevista previa.
La misión humanitaria que fue interceptada antes de llegar a Gaza
El Madleen, embarcación de la Freedom Flotilla Coalition, tenía como objetivo romper simbólicamente el bloqueo impuesto a Gaza y entregar suministros médicos y alimentos a la población civil, que enfrenta una crisis humanitaria severa. La operación de ayuda fue anunciada públicamente días antes, y desde su salida se anticipaban posibles represalias por parte de las autoridades israelíes.
En la madrugada, sin haber ingresado a aguas territoriales israelíes, la embarcación fue rodeada por buques militares. Según los organizadores de la flotilla, drones israelíes arrojaron pintura blanca sobre la cubierta para dificultar la visibilidad. Posteriormente, comandos armados abordaron el barco, detuvieron a los activistas y cortaron toda comunicación con el exterior.
Reacción del Gobierno español y tensiones diplomáticas
Ante la detención de Toribio, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España convocó al encargado de negocios de la embajada israelí en Madrid, para presentar una protesta formal. El Gobierno español ha confirmado que se encuentra en contacto con la familia del activista y con las autoridades israelíes, brindando asistencia consular directa. También se ha solicitado información oficial sobre el estado de todos los detenidos.

El caso ha reavivado el debate sobre si España debe romper relación con el Estado de Israel. Además de la responsabilidad del gobierno español en la protección de sus ciudadanos en misiones internacionales, y sobre su postura frente al genocidio en Gaza. Grupos sociales, académicos y de derechos humanos han exigido una posición más contundente del gobierno de Pedro Sánchez frente a lo que consideran una escalada de violencia israelí.
Narrativas enfrentadas: Misión humanitaria o provocación política
Mientras las organizaciones humanitarias defienden el carácter pacífico y solidario de la misión, las autoridades israelíes han tratado de deslegitimarla, calificando el barco como un “yate de famosos” o una acción de marketing político. Esta narrativa ha sido replicada por medios afines al gobierno de Benjamin Netanyahu, quienes han acusado a los activistas de buscar provocar deliberadamente una respuesta militar.
Sin embargo, diversos expertos en derecho internacional y organismos como Amnistía Internacional han reiterado que, al tratarse de una acción realizada en aguas internacionales contra un barco desarmado con fines humanitarios, la operación israelí podría constituir una violación del derecho internacional, e incluso un acto de piratería de Estado.
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