En una nueva escalada del conflicto en Ucrania, Rusia atacó este viernes 20 de diciembre de 2024 a la capital, Kiev, utilizando misiles norcoreanos. Este bombardeo, que representa una preocupante alianza militar entre Moscú y Pyongyang, dejó un saldo de un muerto y tres heridos, dos de los cuales requirieron hospitalización inmediata.

Respuesta de Rusia a Kiev

El Gobierno ruso había advertido el pasado jueves que tomaría represalias contra Ucrania por un ataque con misiles a una planta química y de municiones en la región de Rostov, al sur de Rusia. Este nuevo bombardeo parece cumplir dicha promesa, intensificando una espiral de violencia que amenaza con extender el conflicto más allá de las fronteras actuales.

El Ministerio de Defensa informó que realizó un ataque coordinado utilizando «armas de alta precisión y largo alcance» contra el centro de comando de la agencia de inteligencia militar ucraniana y otro sitio relacionado con el diseño y producción de los misiles Neptune de Ucrania. Además, el ataque apuntó a los sistemas de misiles de crucero terrestres y a los sistemas de defensa aérea Patriot de origen estadounidense. Según el Ministerio, todos los objetivos fueron alcanzados con éxito.

Uso de misiles norcoreanos

El ataque con misiles suministrados por Corea del Norte comenzó en las primeras horas de la mañana, interrumpiendo la calma con el estruendo de explosiones y las alarmas antiaéreas que alertaron a los habitantes de Kiev. Según fuentes locales, los proyectiles impactaron en áreas residenciales y de infraestructura crítica, generando pánico entre la población civil y dejando daños materiales significativos.

La caída de restos de misiles causó daños y provocó incendios en tres distritos, según informó la administración municipal. El ataque dejó sin calefacción a 630 edificios residenciales, 16 instalaciones médicas y 30 escuelas y jardines de infancia, indicó.

El uso de misiles norcoreanos por parte de Rusia marca un preocupante desarrollo en las dinámicas geopolíticas del conflicto. Esta colaboración militar, previamente especulada por expertos, se confirma como un elemento clave que podría alterar los equilibrios de poder en la región y exacerbar las tensiones internacionales.

Los líderes occidentales han condenado enérgicamente el ataque y la creciente cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte. Estados Unidos y la Unión Europea están evaluando nuevas sanciones para ambos países, mientras que Ucrania ha solicitado un incremento urgente en el apoyo militar por parte de sus aliados.

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