Sana Yousaf: Influencer pakistaní de 17 años fue brutalmente asesinada por un hombre que no aceptó su rechazo

El feminicidio de Sana Yousaf conmociona a Pakistán: La influencer de TikTok fue ejecutada a sangre fría tras rechazar a su acosador
El feminicidio de Sana Yousaf conmociona a Pakistán: La influencer de TikTok fue ejecutada a sangre fría tras rechazar a su acosador

Sana Yousaf, una adolescente de 17 años con presencia activa en TikTok, fue asesinada el 29 de mayo en Faisalabad, Pakistán, por un hombre que no aceptó su rechazo. El agresor, presuntamente conocido de la familia, ingresó al domicilio de la joven y la atacó brutalmente. Este feminicidio ha desatado indignación en redes sociales y medios internacionales, al evidenciar nuevamente los peligros que enfrentan las mujeres en un país donde la violencia de género sigue siendo sistemáticamente ignorada.

¿Quién era Sana Yousaf?

Sana Yousaf era más que una cifra en la creciente estadística de feminicidios en Pakistán. Tenía solo 17 años, pero ya era una voz reconocida en redes sociales. A través de TikTok, conectaba con otras adolescentes que, como ella, buscaban espacios para expresarse libremente. En sus videos mostraba una sonrisa auténtica, compartía música, bailes y reflexiones sobre la vida diaria. No pretendía ser activista, pero en un país donde ser mujer y visible es un acto de valentía, su presencia ya era un gesto político y de defensa por los derechos de las mujeres.

Provenía de una familia de clase media que vivía en un entorno tradicional. Aunque sus padres no siempre estaban de acuerdo con su presencia en internet, respetaban sus decisiones. Sana representaba a una nueva generación de jóvenes pakistaníes que, pese a las restricciones sociales, se abrían camino para hablar, opinar y ser vistas. Su carisma era natural, y su cuenta no era solo entretenimiento, sino una forma de reivindicar su existencia en un mundo que constantemente silencia a las mujeres.

Quienes la conocieron coinciden en que era una joven empática, creativa y con aspiraciones. Soñaba con estudiar comunicación o arte, y a menudo hablaba de su deseo de viajar, conocer otras culturas y contar historias. Su historia, sin embargo, terminó abruptamente, víctima de una violencia que no supo tolerar su libertad. Hoy, su rostro y su voz resuenan como símbolo de todas las jóvenes que anhelan vivir sin miedo, sin ser perseguidas por decir ‘no’.

Feminicidio de Sana Yousaf

Los medios locales informaron que Yousaf fue asesinada a tiros en su casa en Islamabad alrededor de las 5 p.m. (12:00 GMT), según un informe policial presentado por la madre de Yousaf, Farzana Yousaf, visto por el medio de noticias paquistaní, Dawn. El informe agregó que Yousaf recibió dos disparos en el pecho y fue llevada a un hospital, pero murió a causa de sus heridas.

Syed Ali Nasir Rizvi, inspector general de policía de Islamabad (IGP), dijo en una conferencia de prensa que la policía había arrestado a un sospechoso de Faisalabad, una ciudad a unos 320 kilómetros (200 millas) al sur de Islamabad, dentro de las 20 horas posteriores al asesinato.

El acusado es un hombre de 22 años que intentó contactar repetidamente a la víctima y en repetidas ocasiones acosaba a Yousaf, pidiendole ser su pareja. Ante su negativa, cometió el asesinato, declaró Rizvi.

Según fuentes cercanas a la investigación citadas por el medio Dawn, el sospechoso conocía a Sana Yousaf desde hacía un año y viajó a Islamabad para felicitarla por su cumpleaños. Tras un rechazo por parte de ella y una discusión en su casa —a la que logró entrar—, ocurrió el asesinato. En el momento del crimen, los padres de Yousaf no estaban presentes; solo su tía se encontraba en la vivienda.

Violencia de género en Pakistán

En Pakistán, las estadísticas de violencia contra las mujeres son alarmantes. Según datos de organizaciones de derechos humanos, cada día se reportan múltiples casos de agresiones, acosos y feminicidios. El caso de Sana Yousaf no es aislado: Es el reflejo de una cultura donde la posesión sobre el cuerpo y las decisiones de las mujeres continúa normalizándose desde edades tempranas.

A lo largo del país, muchas jóvenes se enfrentan a presiones familiares, matrimonios forzados, y amenazas por ejercer su autonomía. El auge de plataformas como TikTok ha ofrecido una ventana de libertad para muchas adolescentes, pero también las ha expuesto a peligros aún mayores en una sociedad que castiga la visibilidad y la independencia femenina.

La Comisión Nacional sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (NCSW) fue clara: El caso de Sana no debe ser minimizado. «No permitiremos que este caso quede sepultado bajo falsas narrativas de honor o vacíos legales», dijo su presidenta, Ume Laila Azhar. El grupo feminista Aurat March también denunció el crimen como un acto de “violencia patriarcal”.

Riesgo en las redes sociales para las mujeres pakistaníes

Sana Yousaf había ganado notoriedad en TikTok por sus videos espontáneos, donde hablaba de temas cotidianos, moda y música. Para muchas jóvenes en Pakistán, estas plataformas representan una vía de escape frente a un entorno social restrictivo. Sin embargo, también pueden convertirse en una trampa.

El hecho de que el agresor se sintiera con derecho a controlar a Sana solo por su cercanía y porque ella se mostraba pública en redes, demuestra cómo el patriarcado encuentra nuevas formas de manifestarse incluso en el entorno digital.

La exposición de las mujeres en redes, lejos de estar protegida, muchas veces es criminalizada. Las víctimas son señaladas por “provocar”, mientras que los agresores apenas reciben sanción. Este desequilibrio refleja una urgente necesidad de regulación digital con enfoque de género.

Tras el crimen, diversos colectivos feministas de Pakistán y el sur de Asia se movilizaron bajo la consigna ‘Justicia para Sana’. Marchas silenciosas, vigilias y protestas en redes han exigido que el caso no quede impune y se sancione con la máxima pena al culpable. La familia de Sana ha exigido públicamente una investigación imparcial, temiendo que, como en otros casos, el sistema judicial falle en proteger los derechos de las víctimas.

El asesinato de Sana Yousaf reabre un viejo debate: ¿Hasta cuándo seguirán muriendo mujeres por ejercer su libertad? ¿Qué acciones tomarán los gobiernos para frenar esta epidemia de violencia de género?.

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