Talibanes en Afganistán imponen nueva ley para silenciar a las mujeres afganas

Talibanes en Afganistán imponen nueva ley para silenciar a las mujeres afganas

El 26 de octubre del presente año, en Afganistán, el ministro talibán para la Virtud y el Vicio, Mohammad Khalid Hanafi, anunció una nueva prohibición dirigida a las mujeres afganas: Ninguna mujer adulta podrá hablar en presencia de otras mujeres, incluso si se trata de recitar versos religiosos del Corán. Esta medida, impuesta por los talibanes, es la más reciente en una serie de restricciones que buscan silenciar a las mujeres en todos los ámbitos, profundizando el aislamiento y la opresión de género en el país.

Según Hanafi, la voz femenina debe considerarse una «awrah» —es decir, algo que debe mantenerse cubierto— por lo que, en la interpretación del régimen, el simple acto de hablar es inapropiado.

Desde la prohibición de educación para las niñas hasta la exclusión de los espacios públicos, el régimen talibán ha configurado un sistema de segregación de género que ya se perfila como un apartheid de género. En esta última medida, el régimen no solo priva a las mujeres del derecho a expresarse en público, sino que restringe cualquier forma de apoyo o comunicación entre ellas, aislándolas aún más.

Silencio en Público y Privado: Medidas Extremas Contra la Voz de las Mujeres

La nueva normativa dictada por el régimen talibán va más allá de la prohibición de hablar en espacios públicos que ya existía desde hace dos meses. En esta ocasión, la restricción incluye también los espacios privados y momentos de oración, ya que las mujeres tienen prohibido alzar la voz incluso cuando están solas o en compañía de otras mujeres. Según el régimen, las mujeres no pueden rezar en voz alta si otra mujer está cerca, dificultando así la posibilidad de compartir momentos de devoción o aprendizaje espiritual, elementos fundamentales para cualquier comunidad religiosa.

Mohammad Khalid Hanafi, al argumentar la medida, reiteró que las mujeres no deben hablar en voz alta en público, pues, según sus palabras, «si a las mujeres no se les permite llamar al takbir [el llamado islámico a la oración], ciertamente no pueden entonar canciones o música». Este tipo de declaración subraya el carácter cada vez más restrictivo del régimen y el nivel de control que busca imponer sobre todas las facetas de la vida femenina, eliminando cualquier espacio donde las mujeres puedan expresarse o simplemente ser escuchadas.

Apartheid de Género en Afganistán: Restricciones y Represión Sistemática

La situación que enfrentan las mujeres en Afganistán ha sido calificada por organizaciones de derechos humanos y activistas internacionales como un «apartheid de género». Este término, que hace referencia a una segregación sistemática y estructural basada en el género, resulta adecuado para describir las medidas impuestas por los talibanes, quienes, a través de la prohibición del trabajo, la educación y ahora de la voz de las mujeres, buscan confinar a las mujeres afganas a un silencio absoluto y al aislamiento.

mujeres afganas protestando en Kabul en 2022. Los talibanes volvieron al poder en 2021. © Getty Images
mujeres afganas protestando en Kabul en 2022. Los talibanes volvieron al poder en 2021. © Getty Images

Estas políticas no solo restringen las actividades cotidianas de las mujeres, sino que también dificultan la creación de redes de apoyo entre ellas. En un contexto donde las voces de las mujeres están completamente suprimidas, el régimen talibán niega a las mujeres afganas el derecho a existir plenamente, eliminando cualquier sentido de pertenencia y de identidad dentro de su propia comunidad.

Reacciones Internacionales y Llamado a la Acción

La comunidad internacional ha reaccionado con indignación y preocupación ante estas nuevas restricciones. Organismos como la ONU, así como diversas ONG enfocadas en los derechos humanos y la equidad de género, han denunciado las políticas talibanas como violaciones fundamentales a los derechos humanos de las mujeres y niñas afganas. Sin embargo, la situación en Afganistán continúa deteriorándose, ya que el régimen talibán ha demostrado su determinación en seguir aplicando su interpretación ultraconservadora y extremista de la ley islámica.

Ante la gravedad de estas medidas, defensores de derechos humanos instan a los gobiernos y a las organizaciones internacionales a implementar sanciones y presionar al régimen para que revierta sus políticas. La realidad de las mujeres afganas es un recordatorio urgente de la importancia de proteger los derechos de género y de enfrentar cualquier intento de regresión en los avances obtenidos en las últimas décadas.

La Importancia de Amplificar las Voces de las Mujeres Silenciadas

En un entorno tan hostil, es crucial que la comunidad internacional siga dando visibilidad a la situación de las mujeres afganas. Las redes sociales y los medios de comunicación pueden desempeñar un papel fundamental en la difusión de esta realidad, buscando generar una conciencia global y, con suerte, una presión internacional que haga eco de las voces acalladas en Afganistán. El término «apartheid de género» no debe ser una etiqueta pasiva, sino un llamado urgente a la acción para que las mujeres en Afganistán recuperen sus derechos y sus voces.

Esta nueva prohibición de la voz femenina representa más que una norma aislada. Se trata de un símbolo de la opresión sistemática y deliberada que el régimen talibán impone sobre las mujeres y niñas afganas, eliminando todos los espacios de libertad y expresión. La comunidad internacional no puede quedarse en silencio ante este ataque brutal a los derechos humanos.

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