Tensión con Irán obliga a Estados Unidos a evacuar embajadas en Medio Oriente

Estados Unidos se prepara para evacuar al personal no esencial de su embajada en Irak, mientras autoriza salidas voluntarias en Bahréin y Kuwait
Estados Unidos se prepara para evacuar al personal no esencial de su embajada en Irak, mientras autoriza salidas voluntarias en Bahréin y Kuwait

El gobierno de Estados Unidos se prepara para ordenar la evacuación del personal no esencial de sus embajadas, sobre todo la de Bagdad, Irak, y autoriza salidas voluntarias desde sus misiones diplomáticas en Bahréin y Kuwait, debido al aumento de las tensiones con Irán. La medida fue confirmada por funcionarios estadounidenses este miércoles, en medio de un escenario regional marcado por advertencias directas del régimen iraní y el estancamiento de las negociaciones nucleares entre Washington y Teherán.

El anuncio llega tras una amenaza del ministro de Defensa iraní, Aziz Nasirzadeh, quien advirtió que todas las bases militares de Estados Unidos en Medio Oriente están al alcance de sus fuerzas, y que Teherán no dudará en atacarlas si se impone un conflicto. Este giro eleva el riesgo de una escalada militar directa entre ambos países en una región que ya atraviesa un frágil equilibrio geoestratégico.

Escalada en Medio Oriente: Advertencias de Irán y alerta en embajadas

La decisión del Departamento de Estado responde a evaluaciones de seguridad que prevén disturbios regionales en caso de ruptura definitiva de las negociaciones nucleares. Funcionarios del Pentágono informaron que ya se están preparando para facilitar la evacuación de personal estadounidense en Bagdad, ante un posible recrudecimiento de la violencia.

Por su parte, el gobierno de Irán reafirmó su posición mediante comunicados y declaraciones públicas. En uno de los mensajes más contundentes hasta la fecha, el ministro Nasirzadeh afirmó que “Estados Unidos deberá abandonar la región” si se inicia un conflicto armado, y que las bases estadounidenses en países como Irak, Bahréin, Qatar y Kuwait serían objetivo inmediato de sus ataques.

Protestas afuera de la embajada de Estados Unidos en Irak
Protestas afuera de la embajada de Estados Unidos en Irak en 2020

Al mismo tiempo, la misión diplomática iraní ante las Naciones Unidas difundió un mensaje en redes sociales señalando que “el militarismo estadounidense solo alimenta la inestabilidad” y reiteró que Irán no busca desarrollar un arma nuclear.

Negociaciones nucleares estancadas y nuevas presiones diplomáticas

El trasfondo de esta crisis es el estancamiento en las conversaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos, centradas en el avance del programa de enriquecimiento de uranio por parte de Teherán. Las esperanzas de una resolución diplomática parecen haberse debilitado, especialmente tras las recientes declaraciones del expresidente Donald Trump, quien afirmó tener “cada vez menos confianza” en que Irán acepte las condiciones impuestas por Washington.

En paralelo, la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se preparaba para votar una moción que censura a Irán, lo que podría allanar el camino para reimponer sanciones internacionales bajo el marco del acuerdo nuclear de 2015. Esta presión institucional es vista por Teherán como parte de una estrategia de confrontación que busca debilitar su soberanía.

Advertencia en rutas marítimas y temor a un conflicto regional mayor

El mismo miércoles, el Centro de Operaciones Comerciales Marítimas del Reino Unido (UKMTO) emitió una alerta a la navegación en el Golfo Pérsico, el Golfo de Omán y el Estrecho de Ormuz, zonas frecuentemente tensas por la actividad militar iraní. Aunque el comunicado no mencionó directamente a Irán, la advertencia destaca el temor de una posible interrupción en una de las rutas energéticas más importantes del mundo.

Estas advertencias llegan en medio de una región ya sacudida por 18 meses de conflicto en Gaza, que ha intensificado los temores de un enfrentamiento regional más amplio que involucre a Irán, Israel y Estados Unidos. En este contexto, los analistas advierten que un incidente menor podría desatar una cadena de represalias con consecuencias impredecibles.

Un conflicto en potencia: consecuencias globales de una ruptura

La actual tensión entre Washington y Teherán no solo amenaza la estabilidad de Medio Oriente, sino que podría tener impactos económicos y geopolíticos globales, especialmente en los mercados de energía. Cualquier interrupción en el tránsito marítimo del Estrecho de Ormuz, por donde pasa una quinta parte del petróleo mundial, dispararía los precios del crudo y afectaría la seguridad energética global.

Además, la postura agresiva de Irán y la creciente militarización estadounidense en la región colocan a los países anfitriones de bases estadounidenses en una situación vulnerable, ya que podrían convertirse en objetivos inmediatos de una eventual represalia iraní. La autorización de salidas voluntarias desde Bahréin y Kuwait evidencia el reconocimiento de este riesgo por parte de Washington.

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