‘The Voice of Hind Rajab’ (La voz de Hind Rajab) se estrenó en el Festival de Cine de Venecia, narrando la trágica historia de Hind Rajab, una niña palestina de seis años de Gaza asesinada por fuerzas israelíes el 29 de enero de 2024. La proyección atrajo a un público conmovido hasta las lágrimas, generando una ovación de pie de 23 minutos. La cinta utiliza grabaciones originales de la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina, que durante horas intentó tranquilizar a la niña atrapada en un vehículo mientras sus familiares morían bajo fuego militar.
¿Quién era Hind Rajab?
Hind Rajab era una niña palestina de seis años que vivía en la ciudad de Gaza, un territorio marcado por décadas de asedio israelí. Su vida transcurría entre juegos, escuela y momentos familiares, hasta que la violencia que rodea a su comunidad se volvió ineludible. Su familia, compuesta por sus padres, tíos y primos, buscaba sobrevivir en medio de los bombardeos y la constante amenaza militar.

Como señala la madre de Hind, Wissam Hamada: “El mundo entero nos ha dejado morir, pasar hambre, vivir con miedo y ser desplazados por la fuerza sin hacer nada”. Estas palabras encapsulan décadas de abandono y silencio internacional frente a la violencia estructural en Gaza.
A pesar de su corta edad, Hind se convirtió en un símbolo involuntario de la vulnerabilidad de los niños en zonas de conflicto. Sus llamadas a la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina, donde imploraba ayuda mientras su vehículo estaba bajo fuego, muestran su conciencia del peligro y su desesperación por la supervivencia. “Por favor, vengan a mí, tengo miedo”, decía, palabras que hoy resuenan como un grito universal contra la impunidad y la violencia dirigida a los civiles.

El 29 de enero de 2024, su tío, tía y tres primos murieron al instante bajo fuego de tanques. Hind y otro primo sobrevivieron temporalmente y buscaron ayuda por teléfono, pero los paramédicos enviados también fueron asesinados. Posteriormente se encontró el cuerpo de la niña junto al vehículo, que recibió más de 300 disparos.
Hind era una niña con sueños, miedos y afectos. Su historia evidencia que detrás de las estadísticas de guerra siempre hay seres humanos concretos, cuyas vidas importan y cuya pérdida debe ser registrada y reconocida. Al recordar quién era Hind Rajab se fortalece la urgencia de proteger los derechos de los niños en cualquier parte del mundo.
Arte y memoria: ‘The Voice of Hind Rajab’ (La voz de Hind Rajab) el docudrama como denuncia
Kaouther Ben Hania, directora franco-tunecina de ‘The Voice of Hind Rajab’, enfatiza que los medios tradicionales presentan las muertes en Gaza como “daños colaterales”, despojando a las víctimas de su humanidad. La cinta busca revertir esa narrativa: dar rostro, voz y dignidad a Hind Rajab y a miles de civiles atrapados.

El docudrama recurre a grabaciones originales donde la niña suplica, mientras se escuchan disparos de fondo. La combinación de testimonio real y reconstrucción cinematográfica permite que la audiencia experimente la urgencia y el horror que las estadísticas frías no pueden transmitir.
“La verdadera pregunta es: ¿cómo hemos permitido que una niña se vea obligada a suplicar por su vida? Nadie puede vivir en paz mientras un solo niño se vea obligado a suplicar por su supervivencia… dejemos que ‘The Voice of Hind Rajab’ resuene en todo el mundo”, declaró la actriz Sajá Kilani, en representación del equipo.
Impacto y reconocimiento internacional
El estreno de ‘The Voice of Hind Rajab’ no solo conmovió al público, sino que también logró captar la atención de figuras de Hollywood como Joaquin Phoenix y Rooney Mara quienes se volvieron productores ejecutivos y asistieron al festival para respaldar la producción. Su ovación récord simboliza un reconocimiento colectivo a la necesidad urgente de visibilizar los crímenes contra civiles y el papel del arte en la defensa de los derechos humanos.
Investigaciones, como el informe de la ONU de julio de 2024 y los análisis de Fault Lines de Al Jazeera, confirmaron que el vehículo de la niña fue atacado a corta distancia por fuerzas israelíes, cuestionando la narrativa oficial de que no hubo riesgo para Hind y su muerte fue causa de daños colaterales de la guerra. La combinación de evidencia forense, testimonio y cine subraya la importancia de documentar la violencia para exigir justicia internacional y protección de los derechos humanos.
El documental ‘The Voice of Hind Rajab’ no solo exige justicia, sino también solidaridad activa: denunciar, informar y actuar. Como sociedad, el desafío es escuchar estas voces, amplificarlas y convertir el arte en un motor de cambio. La historia de Hind Rajab no puede quedar relegada a la memoria de un festival; debe convertirse en un imperativo ético y político que inspire acción concreta.
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