Este jueves 23 de enero de 2025, la Corte Penal Internacional (CPI) solicitó órdenes de arresto contra dos altos funcionarios talibanes, Hibatullah Akhundzada, líder supremo del grupo, y Abdul Hakim Haqqani, presidente de la Corte Suprema de Afganistán. La solicitud se realizó debido a su responsabilidad en la persecución sistemática de las mujeres en Afganistán, un país que ha estado bajo un régimen talibán desde la toma de poder en 2021. La CPI busca llevar ante la justicia a estos líderes por crímenes contra la humanidad y de género, destacando las violaciones a los derechos humanos que han intensificado la opresión hacia las mujeres afganas desde el regreso al poder de los talibanes.
🇦🇫 | La Corte Penal Internacional solicita arresto de líderes talibanes Hibatullah Akhundzada y Abdul Hakim Haqqani por crímenes contra la humanidad. La persecución de mujeres afganas alcanza nuevos niveles de opresión bajo su régimen. #CPI #DerechosHumanos #Talibanes #Afganistán pic.twitter.com/Tbm7HdmlCv
— Historiente (@historiente) January 24, 2025
Persecución de las Mujeres en Afganistán
Desde la recuperación del poder talibán en agosto de 2021, las mujeres afganas han experimentado una drástica regresión de sus derechos. Bajo el régimen talibán, las restricciones a las mujeres han sido severas y múltiples: se les ha prohibido trabajar, acceder a la educación más allá del sexto grado, y participar en actividades sociales y políticas. Además, se les ha restringido severamente la movilidad y se les obliga a cumplir con una estricta interpretación de la ley islámica.
Entre las decisiones más controvertidas tomadas por los talibanes en los últimos años se encuentra la orden de Hibatullah Akhundzada, líder supremo del movimiento, que prohibió que los edificios tuvieran ventanas hacia las áreas donde las mujeres pudieran estar visibles en espacios públicos. Esta medida, sumada a la prohibición de acceso a espacios educativos y laborales, ha dejado a las mujeres afganas sin derechos fundamentales en un contexto de creciente violencia de género.
Aunque Afganistán ha tenido históricamente limitaciones en el acceso de las mujeres a la educación, el regreso de los talibanes ha llevado esta situación a niveles alarmantes. Una de las primeras medidas adoptadas por el régimen fue el cierre de las universidades para mujeres en diciembre de 2022, lo que dejó a las estudiantes sin acceso a la educación superior en el país.
Las últimas restricciones impuestas por el régimen han intensificado aún más la opresión, como la prohibición de que las mujeres hablen entre sí o se expresen en público, e incluso se les ha prohibido cantar o bailar. La más reciente de estas medidas es la prohibición de estudiar en áreas relacionadas con la salud, una de las últimas profesiones en las que las mujeres podían ejercer y estudiar. Esta decisión ha desatado una grave crisis humanitaria, ya que las mujeres no podrán recibir atención médica de otras mujeres, exponiéndolas a un mayor riesgo de sufrir discriminación y violencia de género.
La Solicitud de la Corte Penal Internacional: Un paso hacia la justicia
La Corte Penal Internacional, que se encarga de investigar crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio, ha solicitado formalmente órdenes de arresto contra Akhundzada y Haqqani. El fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, ha argumentado que los líderes talibanes son responsables de crímenes contra la humanidad, específicamente por persecución basada en el género. Las acusaciones incluyen la sistemática violación de los derechos de las mujeres y niñas afganas, así como la represión violenta de cualquier intento de resistencia o activismo en defensa de estos derechos.
Según Khan, la situación es grave y constituye una de las persecuciones de género más atroces de la historia reciente. El caso no solo se limita a las restricciones físicas y sociales que enfrentan las mujeres, sino que también aborda la discriminación estructural que afecta a toda la comunidad femenina afgana. Además, la comunidad LGBTQI+ también se encuentra en una situación de vulnerabilidad extrema, siendo constantemente atacada y perseguida por el régimen talibán.
El fiscal explicó que, aunque estas acusaciones son las primeras a altos cargos talibanes en relación a la situación en Afganistán, no serán las últimas, ya que “en breve” se presentaran otras. Además, la oficina de Khan espera demostrar con esta demanda su “compromiso de perseguir la rendición de cuentas por los crímenes de género”.
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